Archive for enero 2020

Vivo.


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Estoy vivo,
y la persistencia de este hecho me fascina,
es como que he conseguido sobrevivirme,
a pesar de mí y
en contra de mi mismo,
y estoy viviendo una nueva vida,
una vida póstuma
de lo que me resta
vivir.


Ruben Mangiagli


314.


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Podría correr cien años y seguiría llegando justo en el instante cuando tu puerta se cerraba.


Creencias.


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Cuando era joven,
yo creía en el dicho
que la cura para el dolor era el amor.
¿Cómo sería el dicho si pudieras mirar a través de mis ojos hoy?
¿lo creerías?
Cómo sería si yo miraría con los tuyos?
acaso,
¿Otra mentira?

Ruben Mangiagli




312


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El amor siempre te da señales solo hay que estar atento.


En la noche de la medianoche.


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Y me pateo
la medianoche en Valencia,
camino recuerdos que no sucedieron,
besos no se dieron.
instantes se perdieron,
un amor de tantos siglos
que lo tengo tan guardado en los libros
que ya jamás leo
por miedo a encontrar tu nombre,
y camino la noche
por si te encuentro,
de casualidad,
milagro,
por si está escrito en algún lado,
porque tal vez
no quiero llegar a casa
para escribirte
de nuevo y
ya no puedo.

Ruben Mangiagli



310


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Hay personas que piensan el mundo es una fiesta y no los invitaron son los "lastimeros" esos que quieren contagiarte su tristeza sin importarles la tuya.


Buscame.


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Si te gustan mis poemas, déjalos caminar en el atardecer, un poco detrás de ti para que puedas buscarme.


La nada.


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Mi sed de los recuerdos tendrá su lluvia de olvidos
que se llevará tu memoria,
la mía,
lo que fuimos y no,
y seremos parte
de un río, de un mar
o del mismo océano un día separó todo el destino.


Ruben Mangiagli


Fragmentado.


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Como siempre.
Del ser al no ser.
De la mañana a la noche.
Como un papel doblado en cuatro en blanco.



309


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La música es el ritmo de la poesía
que se hace humo como las
palabras jamás
serán escritas.



Arboles.


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Los arboles de mi memoria
son negros
de raíces tan profundas que

un día tocaron el cielo,

coronados de cenizas que
no son grises ni blancas,
y guardan palabras

que fueron dichas,
y otras que quisieron ser
olvidas,

o algunas que están ahí
desamparadas
a la intemperie de mi alma,

Son añejos, no dan sombra
ni protegen a mis
sueños de la lluvia,

pero entre todos ellos aun
hay un espacio
para que nazca una flor,

solo una, que por increíble
parezca espero sea
una con pétalos de amor,

para que entre el paisaje
negro de los arboles
pueda ver el color

de nuevo en mis recuerdos
de tus ojos un día antes
a que me dijeras adiós.

Ruben Mangiagli



308.


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Debemos buscar el comienzo de todo,
de seguro,
como la nube que se hace tormenta una tarde,
con tan inesperada violencia que sus rayos iluminan con truenos
el ruido dentro de un poesía rota y aún así sigue siendo nube.



307


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Un pluma cae levemente sobre mi mano, como caen a veces mis palabras con levedad de mis dedos,
y se hacen poesía, furia o veneno,
porque escribir es eso,
solamente ocultar lo que siento.




Y vos.


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Y vos que me decías todo,
Y vos que me decías que el olvido hace huecos en la nada,
nunca me dijiste que
mis labios iban a retener cada forma del temblor de los tuyos.



Felices los que no fueron felices.


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Más importante que el primer amor es el segundo, porque ese te enseñó que el amor existe luego que creíste que jamás lo volverías a sentir, y , aún más el último, porque ese es el que eligió quedarse junto a vos.

Ruben Mangiagli



313


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Estoy convencido que nunca hay que dejar entrar a nadie en la vida de uno, ni un solo día, a menos que se esté dispuesto a que se quede para siempre.


Infinito.


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Somos como pestañeos de lo infinito.
A veces,
con mis ojos cerrados,
a tientas,
por un minuto
también lo soy yo.

Ruben Mangiagli



Escondida.


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Escóndete, ocultálo,
cierra los ojos, no mires,
¿ cielo o infierno?
No puedes saberlo.

Hiciste un viaje tan largo pensando
era tu destino,
olvidando lo que dejabas, recordando
lo que habías querido.

Tienes los ojos verdes
pero la mirada del tono del acero y
por más lagrimas pierdas
no puedes volver de donde has partido.

Demasiado asustada
para leer a quien hoy para ti es
un extraño,

tanto temor
que crees pones tu orgullo en
peligro
si no miras para un costado.

Te llevaste todo,
incluso lo demonios del armario
y gritas esperando
puedas espantarlos

y cuando va llegando la noche
no puedes dormir
pensando ganaste
lo que ahora está perdido

y te abrazas al recuerdo del hombre
que más te ha querido.

Tan hermosa
para darte cuenta que estás envejeciendo

sigues buscando
alguien te haga una pregunta
y que te responda

si lo que tienes hoy es amor,

pero si algún invierno
despiertas de tu sueño que
estas viviendo despierta,

yo estaré, y te daré mi mano para que
puedas caminar
por tu infierno tan
temido

porque el amor nunca muere, solo se
queda dormido.

Ruben Mangiagli



un día.


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Un día,
los hombres descubrirán un alfabeto en los ojos pétreos de
las calcedonias,
en el amarillo y negro de dos girasoles se miran
y entonces se sabrá
con asombro
que cada caracol manchado era, desde siempre, un poema.



306


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Hoy la mañana es tan apacible en Valencia que por momentos se escucha cantar a los pájaros.


Lluvia de viernes.


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Lluvia, café,
viernes,
algunas letras
que buscan a su dueña,
las musas
que
se extraviaron perdidas
entre
tantas ausencias,
y el tiempo
que todo lo mata se
suicida
para que tu imagen se
me haga eterna.

Ruben Mangiagli



Relato.


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Hoy en el Super, un nene de unos seis años, por equivocación y sin mirarme me agarra de la mano y me dice;
Papá te encontré! ven, mamá ya está en la caja,
Casi muero de un infarto y mi vida pasó frente a mí en un segundo buscando el casillero en el que había estado con una española hace casi 7 años



305


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Cigarrillo electrónico. Sexo virtual. Tetas de silicona. Bicicleta fija. Milanesa de soja. Cerveza sin alcohol. Motos eléctricas,
Le sacaron lo divertido a todo.
Nuestros padres vivían mejor.



Sangría.


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Hay manchas de sangre en mi pecho,
pero desaparecen cuando
despierto,

yo no las veo, solo las presiento y
es algo no me sorprende
ni me da miedo.

Dicen que tengo manchas de carmín
en mi cuello, en la camisa
en mi cuerpo,

pero no es cierto.

Son los rastros del estigma de los
besos que todavía debo
y no tengo,

cicatrices de amores que no curan,
no olvidan ni se describen con
sangrías en los versos,

son la vida misma que amanece
de la noche de mi propia
muerte

y ni yo lo entiendo porque ya no
la quiero, pero es algo que es
como un veneno,

mancha mi piel y penetra hasta
cada uno de mis huesos
iluminando

fosforescencias de palabras cuando
quiero tanto a alguien
y no puedo.

Ruben Mangiagli


2020


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Que vuestro año que está pronto por comenzar sea cómo un cuento, una novela romántica, una poesia sin dolor ,un libro de misterio, un relato de acción , una copa de buen vino siempre llena bajo la noche más estrellada con un toque de ternura y mucho amor.

Salud!

Mis miradas.


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Me enviaste esta foto que había tomado tu amiga anoche, y yo te debía un escrito, porque no todas las historias se cuentan

Mis miradas. ( Mar y yo Madrid  )

Hoy daría todas mis miradas
por una sola de ti,
por ver el reflejo de mis ojos
en lo tuyos
y para
que el tiempo, el mío y el que
fue nuestro,
no sean solo memorias de un
recuerdo,

Ruben Mangiagli



Contemplando.


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Anoche caminaba , contemplando el despejado firmamento salpicado ahora por un billón de estrellas. También las estrellas eran viajeras del tiempo. ¿Cuántos de aquellos puntos luminosos eran los últimos ecos de soles ya desaparecidos? ¿Y cuántas nuevas estrellas habían nacido pero su luz todavía no llegaba hasta nosotros? Si todos los soles, excepto el nuestro, colisionaran esta noche, ¿Cuántas generaciones tendrían que transcurrir hasta que nos diéramos cuenta de que nos habíamos quedado solos? Siempre había sabido que el cielo estaba lleno de incógnitas...Pero nunca habría imaginado lo misteriosa y extraña que podía resultar la Tierra, una ciudad, una calle sin ti.