Cuando nada se rige por la lógica
es cuando te amo, en el sabor que
mi piel absorbe de vos, en las manos
que tocan tu vientre y se mojan.
En mi otoño opaco de sol sin voz,
en mis pasos que dejan huellas de
memorias de amantes perdidas en
la contundencia de tu presente.
En las astillas de mis huesos que
hicieron frente al desamor que el
tiempo tiño de dolor y renació en
una palabra salida de tu corazón.
No hay razón alguna para amarte
después que fuiste parte de mi en
la historia de mi vida que hoy en
los días se hace verdad absoluta.
Una copa vaciá de licor donde mi
imagen se refleja y busco en ella
la explicación de querer tanto tan
solo por lo que sos y lo que soy ,
dos seres donde las cicatrices de
los tiempos no son de penas y aun
menos de duelos amor, son las
huellas que nos permitieron en el
inexorable paso del tiempo, y sin
buscarlo, encontrarnos, revancha
por no haberte visto, oportunidad
de sanación, renacimiento de todo
lo que empieza en mi y lógicamente
termina en vos, para ser un esperado
comienzo de dos, donde nadie hace
preguntas, esencia de nuestro amor.
Ruben Mangiagli
bellísimo...