Hay un reflejo en el espejo
y no sabe quien,
se lava, se afeita y sin
embargo
es el mismo que no
recuerda sin
una atisbo de quizás
o porqué.
Se toma su tiempo y se
apresura aunque
ella ya no está
en su vida
y en sus ojos no hay señales
de un amor
que debió durar muchos
años,
puede
se escondan en lagrimas que
nunca se le
escapan.
La quiere,
la necesita,
y sin embargo no puede
creerle cuando le
dice que su amor ha muerto
y la espera.
Sale y habla, cuenta a otros
que una mujer
aun le hace feliz y
sonríe.
Vuelve,
nadie lo quiere,
ni lo necesita,
las paredes son benévolas
no reflejan
a un hombre para nadie,
y a veces puede dormir
en el sofá,
sin que importen tanto las
razones que
necesita para vivir,
el tiempo no vuelve,
pero aun no es tiempo de
partir.
Ruben Mangiagli
©2015