Desde el instante que te marchaste
el tiempo
quedó atrapado en mí,
por eso puedo sentirte aun
por dentro,
el tiempo
quedó atrapado en mí,
por eso puedo sentirte aun
por dentro,
entre las costillas de un corazón
que ahora es una coraza y
las nauseas por pensar
que otro tal vez te
pueda besar,
que ahora es una coraza y
las nauseas por pensar
que otro tal vez te
pueda besar,
y te me escapas de nuevo por las
manos hecha letras,
otra vez,
pero es la única manera
que te tengo por
un momento,
manos hecha letras,
otra vez,
pero es la única manera
que te tengo por
un momento,
los relojes se rompieron
deshilachados, injustificados de las
esperas
de un amor que no
tiene principio
ni final,
deshilachados, injustificados de las
esperas
de un amor que no
tiene principio
ni final,
y las horas van para atrás
quedándose siempre en el mismo
lugar,
quince minutos antes de
tu adiós,
ya no pueden avanzar porque cada
miedo que se
aparece en mi
quedándose siempre en el mismo
lugar,
quince minutos antes de
tu adiós,
ya no pueden avanzar porque cada
miedo que se
aparece en mi
es siempre el mismo,
que si vuelves de nuevo te obligue
a partir
que si vuelves de nuevo te obligue
a partir
porque si
te lastimo otra vez los dos vamos a
morir
te lastimo otra vez los dos vamos a
morir
y el amor huérfano de nosotros se
quedará dormido entre
corazones que ya no
saben latir.
Ruben Mangiagli
©2015
©2015