Lluvia sin soledad.


.

Afuera la lluvia comienza de nuevo,
como si fuera un ritual,
así que no debemos llorar,
el agua siempre llega al mar,

todavía podemos soñar, cerrar
los ojos y mirar
en las horas que olvidamos
en algún lugar.

Imagina un rincón, en casa, que
puedas recordar y sientéme,

una habitación, la que quieras,
con las ventanas cerradas,
las puertas aunque tenga
llaves se podrán abrir

fingiendo la felicidad que un
día dejamos escapar.

Las historias de amor se hacen
viejas, como nosotros,
y a los amantes que no se
tuvieron el tiempo

los envejece sin pensar en
lo que hubo y no será,

no se puede evitar,

pero podemos respirar, y en
el corazón recordar un
latido que no pudimos
olvidar,

deja que nos mezclemos en
las estaciones, para que
los calendarios no tengan
nombres,

abrázame como si tus manos
pudieran hablar,
que los silencios se callen y
no puedan gritar,

todo en ese instante se puede
perdonar, y con el viento
encontrarnos

y ya no estar solos nunca más.

Ruben Mangiagli.


Your Reply