Tengo la terrible sensación de un ocaso,
cómo un preludio de sinfonías
mudas encubiertas en una
noche negra,
es sentir las manos gastadas
y que las letras no formen abecedario
alguno,
la carencia de una lengua,
la expresión que se escribe por la izquierda,
un romanticismo perdido de
los poetas
en libros sin nombres
ni paginas marcadas
con lecturas viejas,
Mientras, sin darme casi cuenta, camino las
calles y no
entiendo porque mi sombra
me sigue partida
justo en el medio de las costillas
por donde mi corazón
se perdío en una
ausencia que no sabe se extravío en los
parpados cerrados de tus
ojos que ya no me esperan.
Ruben Mangiagli
©2017
No Comments
Sombra partida.
.