Y le pedimos a Dios...
Que nos regalen la pelota queremos,
que no nos llame la maestra a leer un cuento,
que la chica nos gusta nos cruce en el recreo,
Que demos bien el examen de ingreso,
que nos vaya mejor en el ultimo de egreso
y que consigamos ese puesto
Le pedimos
por poder comprar la casa queremos,
el mejor auto del momento,
la moto para el paseo,
que nuestra pareja no descubra tenemos
una amante y si lo hace que
el divorcio no arruine nuestros sueños,
Rogamos, pedimos, oramos
siempre por nosotros en toda ocasión
con empeño egoísta y
certero.
Pero existe la excepción,
un día empezamos a cambiar nuestros
ruegos,
por nuestros hijos, esos que tanto
queremos,
y pedimos
que ojalá ellos hagan por los vuestros
todo lo que hicimos y lo que no pudimos
a pesar de nuestro esfuerzo.
Y que algún día ellos nos incluyan en
sus oraciones cuando solo
seamos un recuerdo.
Padre nuestro que estás en los cielos...
Ruben Mangiagli