164.


.

Te busco, te espero y te anhelo.
No te encuentro, pero no desespero.

163.


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Porque también somos lo que hemos perdido.

162,


.

No soporto la idea
de que el universo
tenga que destruirse
cada vez que te marchas.


Sin precedentes.


.

Quiero que empapes mi cara
mi cuerpo,
este desvelo,

por una noche para que no queden
precedentes

ser tu dueño,

someterte a mis instintos
de hombre,

que me digas eres virgen por detrás
mientras pones cara
de duelo,

y en el momento mis manos estén a la
altura de tu ruedo

que sonrías cuando se cae
tu falda

y sube mi sexo,

desnuda de pensamientos
vestirte de mis besos

hacer vértice en tu centro y que
mis delirios
hagan el resto,

por una noche y si quieres que queden
precedentes,

ser tuyo para lo que quieras,

que mis labios se sumen a los tuyos
donde tus piernas se abren
al deseo,

decirte te quiero y que sepas que
te miento,

y que todo comience de nuevo.

Ruben Mangiagli
©2016


160.


.

Tengo los ojos abiertos, la mirada en algún lugar más allá de lo que mis manos pueden tocar, un lugar donde mis besos no pudieron llegar, una boca, esa piel que mis labios no acariciaron en la memoria que no se puede olvidar.



Tren.


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Todas las mujeres son interesantes, de una u otra manera, todas y cada una siempre tienen algo, una sonrisa, inteligencia, un secreto, curvas, son las criaturas más fascinantes de la creación, pero después de la resaca de una noche de cuerpos o de palabras que son literaturas, a la mañana siguiente me doy cuenta que no estoy tan disponible como creo y cuando me quedo solo es como ver un tren que se pierde una vez más, solo cambia el día y las personas y me quedo pensando en la misma visión de ella sentada en ese tren con otro a su lado.



159.


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Aunque pienses que todo ha terminado y lo puedas sentir alrededor, cuando no haya nadie que te ayude, no dejes que eso te preocupe, porque si alguna vez te vuelves a sentir sola y crees que todo está perdido yo estaré contando mis demonios esperando para darte un abrazo con mi corazón.


Ese dolor.


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Cuanto más profunda es la herida, más intimo es el dolor, es una arraigo que solo puede sentir quien lo sufre, es tan privado que no hay palabras para contarlo, se hace silencio, viento, lluvia que va por dentro , un tormento que es tormenta y solo nos queda esperar que el sol salga y verlo otra vez.
El tiempo no cura las heridas en el alma, solo podemos cerrarlas nosotros.

RM

158.


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Que cosa tan traicionera pensar que una persona es más que una persona.


Reglas.


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Las reglas de las mayúsculas son muy injustas con las palabras que están en medio. A veces hay que saltarlas y escribir como se siente, por ejemplo,
Te he Querido desde el primer momento y te voy a Querer hasta el último, aunque lo importante no esté en el principio y el final no lleve punto final, ni aparte, sin comas ni dos puntos, sin nada



Ritual,


.

Otro poema terminado,
el viejo ritual del whisky, el tabaco y
al final del día lo que importa en mi vida es ella.
Aún en su ausencia y
en toda mi solitaria presencia.
Otro cigarro y la noche me acecha,
me quedo inmóvil, la sigo esperando mientras todo
da vueltas y vueltas.


Ruben Mangiagli


157.


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Y seguimos confundiendo la falta de sueño con la falta de alguien que nos haga soñar.

156.


.

No te mando a la mierda por si nos volvemos a encontrar.
Y si nos vemos no te daré dos besos en las mejillas para no cruzarme con tu boca.



155.


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Aún puedo sentir el olor de tus lágrimas en el viento, el tic tac de las agujas cuando me esperabas dormida entre desvelos, todavía veo tu mirada en mis ojos cuando me reflejo, todavía es tanto que ya no recuerdo las veces que morí por tus besos.



Conversación.


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Cómo era?-
Aún lo es,-
Entonces?-
Única.-
Una sola palabra para definirla?-
Amor es una sola palabra y define todo.-
Tiene razón,
Y cómo terminó la historia?
A ella le gusta el té.-
Es ese el final?
No, solo es un detalle para que sepa algo de ella.-
Entiendo.-


El susurro de los relojes.


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Mirar el reloj al revés
y que las agujas
susurren
el tiempo hablando de lo nuestro,

no pasar las hojas del calendario
por miedo a que de tan
finas se rompan
o te corten los dedos,
verte volverte para que no vuelvas,
y darme cuenta que para no haber
llegado nunca
tardas demasiado en irte,
como un invierno que sigue en
verano,
o el agua que no escapa de entre
las manos,
perduras, existes, te quedas.

Ruben Mangiagli

En el alma.


.

Desde el momento que te vi, hace ya tantos años, no ha habido un solo día que no haya pensado en ti. Ahora que no estoy contigo otra vez, vivo en agonía. Entre más me alejo de ti, peor me siento. La idea de no estar contigo es un tormento. Me tortura el beso que nunca nos dimos. Mi corazón late con la esperanza de que jamás cicatrice para sentirte. Estás en mi misma alma..

AS/RM


Sin mirar atrás.


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Sé que es muy tarde mientras
sigo caminando, 

mi alma se desvanece,
no sigue mis pasos,

trato de no mirar atrás con esta bronca pegada,
húmeda e indivisible,

sin relojes de años que ya no recuerdo

No espero
nada de nadie,

pero necesito esperarlo todo

para que
alguien me lleve a un lugar donde no sepa si
es de día o de noche,

sin respuestas,
sin preguntas,

y nadie ponga su vida en mis manos para no
volver a caer

donde los muertos aun hablan y los
demás callan,

Ruben Mangiagli.



La maga de las letras.


.


Te reconozco, te intuyo,
te aprendo en
las mismas letras del alfabeto,

prosas en un idioma
que late por dentro en
putas poesías de amor y deseo,

entre una década que nos separa
en el tiempo

admiro tus versos,
deseo tu cuerpo,
orgasmos mentales que no
entiendo,

estas lejos y te siento,
y ahora estoy lo más cerca que
puedo,

te hago mía con rimas en estaciones
de un túnel no comprendo,

mientras mis manos
sienten recuerdos no tenemos.

Ruben Mangiagli
©2016


El desvelo de mis insomnios.


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Fuiste alguien que no imaginas
puedas encontrar,
la noche de paz,
el amanecer después de hablar,
el desvelo de los insomnios,
mil deseos en mi piel,
una taza de té en un mantel de
gatos y estrellas,
girasoles en primavera,
ese vino que no quieres acabar,
un cuento en capítulos sin
terminar,
una razón para vivir y otra
para querer morir,
el latido de mi corazón,
mi mejor poema, la sublimación
de un amor,
el placer del dolor que no tuvo
perdón,
los ojos no puedo olvidar,
la nostalgia de
un cuerpo
que mis manos no pudieron
memorizar,
el precio que tuve que pagar por
tanto amar,
una estación que no existió jamas,
la que se llevó todo y un poco más,
fuiste o eres,
porque ya ni siquiera puedo elegir
lo que quiero sentir
en este amor no termina y no
sabe acabar.
Ruben Mangiagli
©2017