Me gustaría encontrar unos ojos de cielo,
para poder mirarlos al despertar, como si
fueran el preludio de la belleza que esta
esperándome para poder disfrutar.
Esos ojos , eso si, deberán saber mirar, y
no quedarse en la figura de hombre que
es fácil dibujar, deben ver palabras que
yo jamas voy a expresar.
Que me puedan contener cuando reclamo
más, que me hagan paciente en la espera
de los deseos, de lo que no tengo y quiero,
pero que no se hagan rogar.
Deben estar en un rostro de ángel, para
así pueda entender el concepto de lo que
es una mirada angelical, y en un cuerpo
que me haga delirar.
Sé que por algún lado deben estar, y que
ellos también me sabrán encontrar, solo
debo esperar que el tiempo no sea mucho,
así los míos podrán descansar.
Ruben Mangiagli.