Cuando los silencios hablan todas las palabras mueren,
son tan rotundos que aplastan los anhelos y estiran el
tiempo hasta hacerlo tan largo que las horas son
marcadas por los segunderos.
Como circulo sin fin que encierra sin entrada ni salida ,
quedo atrapado en el deseo de lo que quiero sea y no
en que lo que es , avanzo retrocediendo y no quiero
asumir el vació del tiempo.
Estoy tan jodido sabiendo que me quieres, y no puedes
que te disfrazas de excusas que son como el viento
que cambia de dirección según sea el momento,
y del norte vas al sur sin movimientos.
Si pudieras reaccionar, desvestir tu alma sin sentirte
desnuda, entonces podrías ver que no te voy a dañar,
porque cuando se quiere como te quiero yo, el
mundo mengua y queda entre tus dedos.
Ruben Mangiagli.