Archive for junio 2015

84.


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Puedo abrazar el viento, el silencio, la adversidad y los verbos. Ser palabra, una parte de un soneto, una fotografía de un momento, pero no puedo tenerla a ella, es un intangible, un recuerdo que vive entre la mitad de un sueño y la realidad que se me escapa día a día entre los dedos.

RM


La separación de las palabras.


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Existe la paradoja del tiempo en la poesía, como si las estrofas se cubrieran de una tenue neblina, para ocultar la miseria del desamor entre palabras bonitas. Es un modo de supervivencia, evitar el naufragio de un alma perdida en un hombre en lo atemporal de un poema para seguir existiendo en un calendario sin años y detener un día para siempre entre palabra y palabra que ya no tienen dueño.


RM


La venta de las letras.


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Acabo de vender un verso triste,
con estrofas inciertas, un
poema sin alegría,

con frases pulidas y sin rimas con
diferentes colores de
melancolía.

Es que tenia excedentes de letras,
palabras acumulas de
tantas esperas.

No quise alquilarlo, ni regalarlo,
porque necesita darle un
valor alto,

para sentir que aun soy capaz de
hacer algo bueno
y dejar

de tirar poemas con tu nombre a
los vientos que no
te llegan.

Poder cerrar los ojos y descansar
de este amor de no acabar.
FInalmente

lo vendí barato, al contado, en un
solo un acto, fue un
acuerdo

que al final no me sirvió, me dieron
un beso y una caricia que
no tenían nada de vos.


Ruben Mangiagli
©2015


Caída.


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Caigo, lentamente, sin ruido
y no planeo,
pero todo pasa con vértigo
frente a mi cuerpo,

caen conmigo estrellas,
planetas,
lunas y cometas,

también mesas y sillas,
gatos persas,
perros y sanguijuelas,

personas y otras que no lo
son,
como objetos sin vida
pero respiran,

hay sangre que no es mía y
ojos,
mis manos tocan, huelen y
sienten.
La memoria se enrolla entre
los recuerdos
pero al revés
ayer es hoy
y mañana una anotación en
un borrador.

Caigo y no lo puedo evitar,
este humo azul
ya no me hace volar,

aunque rasguñe
los muros del tiempo

no llego nunca al final de
este vaso de nunca
acabar,

soy mi versión mil veces y
una más,
todas las vidas que no hice,
las que perdí,
la de ahora o no,

te busco y no estás,
puede que hayas aprendido
a escapar,

tanteo

en la izquierda y la derecha,
todo es subreal,
una mirada de verde tierra y
un cielo cada vez más
lejos

que son solo reflejos
me devuelven a la realidad,
y de nuevo te busco
pero no estas,

quizá estés cayendo en otro
lugar, pero no te veo y
cuando llego
ya es tarde y te vuelves
a marchar.


Ruben Mangiagli
©2015


Insomnia.


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En esta noche de insomnia con whisky y un toscano que parecen no acabar, mis manos piensan por mi, las letras me cortan como un cirujano y dejan cicatrices sobre las antiguas, es una manera que lo que antes dolió no vuelva a lastimar. No necesito terminar nada ni volver a empezar, lo que he vivido no lo puedo cambiar y no sé lo que vendrá, pero me intriga, por eso me gusta mi vida, por eso no la quiero cambiar, aunque alguien me quiera hoy y mañana ya no me quiera más, aunque yo cuando amo lo siga haciendo hasta la eternidad, prefiero sentir a la soledad, unos pocos amigos a la cantidad, y esa sensación que aun todo puedo pasar y que vale la pena despertar, tomar un café y continuar un día más.


Ruben Mangiagli


No quiero.


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No quiero me digas lo que no quiero escuchar,
porque sé que no es verdad,
y duele, aunque sea de lejos llega y se hace un
eco que no calla jamas,

me da vueltas entre los pies y la cabeza y así
yo no lo puedo ver,
el corazón es una coraza que se llena de todo
pero el vacío es al revés.

Sé muy bien que todo lo nuestro se quedó en
un papel, como tu sonrisa
en una foto que fue todo lo que no pudo ser
entre el mañana y el ayer

acompañados seguimos solos y nos buscamos
y nos encontramos en
el medio de nada en una historia que no tiene
principio ni final,

es lo que tiene la soledad, esas caras que no te
miran y son solo una
mitad porque la imagen que nos falta es la que
se quedo entre los dos.

Tu negación que te protege de la realidad que
no es la que vos miras,
y mi afirmación que quiere ser verdad nos deja
parados, arrinconados

como esa noche de junio que casi no podíamos
hablar, y nos quedamos
ansiosos ante el amor que no esperamos y tan
solo nos podíamos mirar.



Ruben Mangiagli
©2015



Resultado.


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Al final sin vos conocí esa soledad
tan profunda de estar rodeado
de personas,

la de mirar el reloj y ver pasar las
horas, sin importar el
calendario,

esa donde evitas verte a los espejos,
por miedo al reflejo.

Me olvidé de sumar y todas las
cuentas me dan uno,

y me quedé en el recuerdo por
gusto y sin apremios.

Quizá haya sido el precio de amarte
sin saber hacerlo,

una justicia injusta donde los jueces
condenan sin pruebas

y te encierran entre tu piel y
tus huesos.

Al final casi sin darme cuenta me
sobra vida si no
te tengo.


Ruben Mangiagli

©2105