En esta noche de insomnia con whisky y un toscano que parecen no acabar, mis manos piensan por mi, las letras me cortan como un cirujano y dejan cicatrices sobre las antiguas, es una manera que lo que antes dolió no vuelva a lastimar. No necesito terminar nada ni volver a empezar, lo que he vivido no lo puedo cambiar y no sé lo que vendrá, pero me intriga, por eso me gusta mi vida, por eso no la quiero cambiar, aunque alguien me quiera hoy y mañana ya no me quiera más, aunque yo cuando amo lo siga haciendo hasta la eternidad, prefiero sentir a la soledad, unos pocos amigos a la cantidad, y esa sensación que aun todo puedo pasar y que vale la pena despertar, tomar un café y continuar un día más.
Ruben Mangiagli