Ella siempre transita por mi vida,
de diferentes formas,
se mimetiza,
es una imagen nueva, otras solo
una foto descolorida,
el ansia y la necesidad,
la espera consentida.
Recorre las estrofas de versos y
es la rima no escrita,
un girasol en
el ombligo de una gata dormida
que se hace cuento cada tanto en
colores violetas y ocres
de una cocina,
Un cielo al revés, una caída,
azoteas de estrellas que iluminan
siete vidas,
Es cada mirada, cada palabra que
fue escrita,
una frase robada, la
inspiración de toda de mi poesía.
Se esconde en la comisura de mis
labios si se me escapa
su nombre,
y se hace desvelo en la mitad del
medio de una noche,
es como
una bocanada de aire entre cada
una de mis costillas,
Es algo de nostalgia, la deuda de
un trozo de mi vida,
sentimiento
que perdura en mi constancia y a
sabiendas de ninguna
mentira,
Es mujer, letras, gata, compañera
de estaciones perdidas,
luna de noche y de día.
Una taza de té para dos y un amor
que escapa a los adverbios
esperando
sin saber si llegará el instante
donde las banderas se rindan y uno
de los dos diga:
es verdad, nos buscamos antes de
conocernos, incluso en
otras vidas.
Siempre es ella, literatura,
historia y la geografía que mis
cansadas manos desean explorar
para que mi memoria
se complete
de no recuerdos en lo que resta de
mis días.
Ruben Mangiagli
©2015
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Ella, siempre.
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