Perderme
en tus ojos de verde tierra para que me encuentres y me veas, poder
mirar tu mundo y tu reflejo en los espejos, que mi viejo
dolor se calme al son del movimiento de tu cuerpo y descansar de
tantos sueños en una realidad que se resuma en un beso y no sean las
cuatro y cinco de la madrugada de otro día y no poder ver tus ojos
dormidos sin sentir que no soy su dueño.
RM