Y qué si tu belleza aún me conmueve, si mi cuerpo responde al deseo de poseerte?, si muero por tu ojos de verde tierra, tus manos y rincones que prefiero no nombrarlos, médanos y meseta, precipicios conducidos por tu piernas y tu sonrisa que a veces me invita al infierno y otras es la única paz que mi vida encuentra.
RM