Esa noche en la habitación del niño nació un bosque.
Y el bosque creció y creció hasta que el techo se cubrió de enredaderas y las paredes se transformaron en el mundo a su alrededor.
Caminó por un piso de parquet lleno de hojas secas y muertas, con rasguños y lagrimas en el rostro sin saber si estaba en una pesadilla o se había hecho adulto aún siendo niño.
Y, cuando llegó al lugar donde viven los monstruos, ellos rugieron y crujieron sus afilados dientes y lo miraron con sus terribles ojos y le mostraron sus terribles garras hasta que el niño dijo,
"¡Quietos!"
Y los domó con el truco mágico de mirarlos fijamente a sus ojos amarillos, sin pestañear y se asustaron tanto que dijeron que él era el monstruo más monstruo de todos.,,
Un nuevo demonio habitaba sobre la tierra.