Cuando se parte un corazón,
se parte en dos,
luego las veces que se que rompa
ya no importa la razón,
añicos de añicos,
micro latidos que se juntan
hasta ser un sonido
que se hacen voz
de un poema,
una canción,
o tan solo de una carta para decir adiós.
Corazón roto,
tuyo,
mío,
de los dos.
Amar siempre tiene un precio,
los besos se compran,
pero el olvido no.
Ruben Mangiagli.