Puedo oír a veces
el sonido de las luces de
las estrellas,
ver las ilusiones que
depositaron en ellas los
amantes
una noche cualquiera
en una primavera
de hace cientos
de años
sentados a la
vera de los deseos y las
promesas.
Puedo hablar con
las flores, incluso las que
están muertas
para consolarlas porque
sus perfumes
se han ido con ellas.
Puedo también ser
parte de un
poema, una estrofa perdida
que se quedó sin rima,
obsoleta por un amor que
nadie reclama
y que fue tan efímero
que no duró ni un palabra,
Puedo cosas tan extrañas
e increíbles
que algunos dicen tengo
una locura
extraordinaria y otros que
nada me quieren
que es insana.
Pero no puede olvidarla
ni una mañana,
un día,
una semana,
ni en estos años de
nostalgias
y lo que más incertidumbre
me da es
que no pueda
ni siquiera hacerlo
en otra vida que aún no
he vivido
encontrándola en
tantas miradas.
Ruben