Ya no hablaran de mi los tilos de enero,
sus hojas de otoño
caerán en la hojarasca
caerán en la hojarasca
de olvidos, como los pasos en la veredas
de baldosas que no dejaron huellas en la
noches que caminamos abrazados, donde
me dijiste te quiero, donde te dije te amo.
Tampoco las farolas iluminaran los besos
callados, furtivos y mezclados en el sabor
amargo de no saberte miá, de no ser yo el
que te espera, café en mano, cuando el día
termina y en casa los
cuerpos se encuentran al
cuerpos se encuentran al
final de la jornada en la cama compartida.
Es verdad que tú tampoco tendrás lo que yo
te daba, eso de sentirte
mujer única, las más
mujer única, las más
amada pero es así el destino de los amantes,
nunca se llega a nada, por mas sudor que se
derrame entre las sabanas, el tiempo no es
de ellos, y toda la ausencia se tiñe de nada.
Al final cuando este momento llega, el del
del adiós mas temido,
es mejor jamás mirar
es mejor jamás mirar
para atrás y ver que nunca nos tuvimos, y
aunque mi vida ya no tenga sentido, mejor
no llorar porque te he perdido, sonrió pues
aun queda el sabor de los labios divididos.
Ruben Mangiagli
...mejor no llorar porque te he perdido, sonrió pues
aun queda el sabor de los labios divididos.