Archive for octubre 2014

Fotografía.


.

En la brevedad de un instante
tu fotografía,
en está mi eternidad efímera,
tu imagen,
para siempre, para nunca
perenne, involuta,
en este círculo lleno
de esquinas y distancias,
separadas por los deseos, por
los anhelos,
por nosotros
que somos las agujas
del contratiempo,
un ahora, un jamás
tic, tac de un fotograma de
amor del nunca
que se disfrazó tantas veces
de quizá.


Ruben Mangiagli.

La ignorancia del amor.


.

No sé que pasa contigo,
ocultas lo que siente tu corazón
como si se podría
esconder un sol,
o si la primavera pudiera
existir sin la flor,

No sé que pasa conmigo,
porque no te fuerzo a olvidar la
razón y que no
tengas miedos
que paran todos los pasos
que doy

Ni idea que pasa entre los
dos, que hacemos con todo eso
otros llaman amor
como si tuviéramos
elección de evitar ser felices
o del dolor,

Así que dime algo nuevo
que no sea otra excusa de esas
que podemos creer
imitando el destino
que dice que esta historia no
va a suceder,

para que no me duela lo
que no me dejas hacer, olvidar
existes en todas
partes y que
aunque no lo quieras
habitas en mi,

porque lo que deba pasar
sucederá entre nuestras manos
o a mil años luz de
distancia sin esperar
que aprendamos a
amar.



Ruben Mangiagli
©2014



Una mujer.


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Ya no tengo las urgencias de hace años,
todo cambia, yo cambio

y quiero a mi lado una mujer
que sea la
primera y la ultima letra
de mi abecedario,

que tenga tatuada el alma de esperanza
y en el cuerpo cicatrices
ciegas o marcadas.

Que las lineas de su rostro
sean varias,

en los parpados por haber
sentido y llorado,

en la comisura de los labios se crucen
las huellas del tiempo en

una sonrisa repetida mil
veces
y solo una con nombre
que sea

reconocida como una marca tenue, fina
y firme del día nos
encontramos.

Que sus manos recuerden lo
que tocaron

sin remordimientos ni
engaños,

que tenga caricias acumuladas mezcladas
con noches de licor,
sexo y tabaco

y la taza con su nombre y el
mío para el
café de la mañana de charlas
hasta el ocaso.

Innegociable,

que me quiera como yo la quiero, sin
importar el por qué,
la causa,

y que la distancia más lejana
solo sea

la que separa los sueños
de los dedos,

para restar los días que no nos veíamos
y andábamos perdidos en
el mismo camino

y que sepa sin decírselo que
ser feliz no es una
quimera ni una poesía,
solo

las miradas al despertar sabiendo está
cada uno en el lugar
quiere estar,

sin memorias que lastimen
sin futuros para planear

porque lo hecho, hecho está y el
mañana igual llegará.



Ruben Mangiagli
©2014




72.


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Y dejame caer en la tentación y que me libres de mal, lo negociamos.

RM


Todos los otros


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Si quieres un hombre para pasear,
de esos que te pasan a buscar
para llevarte a cenar

y te quieren robar un beso en el
portal, que se levantan
a las siete de

la mañana para ir a trabajar y el
desayuno apuran y se van
sin besar,

que te llevan flores iguales de a
par y te dicen que no hay
otra igual,

hay muchos,
en las calles, la oficina o un bar.

Pero si no te sirven así ya, quizá
me debas buscar una
vez más,

y recordar cuando te quitabas el
vestido para que te
pida más y era

ese amante discreto que te perdía
el respeto entre caricias
y besos,

y te hacia sentir la contradicción
del sexo y amor, la paz y
el dolor

y entre poesía que te escribía te
lamia el alma como nadie
jamas.

Eso si antes,
me tienes que olvidar,

para que pueda ser desde todos
los instantes ese hombre
que te ama

sin excusas ni distancias, como
se quiere de verdad,
y tengas

absolutamente todo lo que ya no
esperas que solo yo te
puedo dar.


Ruben Mangiagli

© 2014



En los renglones de mi otoño.


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Quiero un amor de los buenos,
que tenga la dulzura
de un beso
y la urgencia del sexo,

Con olor a café en las mañanas,
y las tardes de lluvias
completa de
caricias y lecturas.

Ese amor que sabe esperar, que
ya no le importa
la edad
ni el qué dirán,

donde las asimetrías del cuerpo
son necesarias
como las
cicatrices del alma.

Quiero un amor de miradas que
sean el reflejo de
la verdad
en cada palabra,

que sepa usar las espadas para
defenderlo espalda
con
espalda,

y no tema a las disputas si luego
se arreglan y se
firma la
paz en la sabanas.

Si vas a quererme, que sea como
soy, en mis
espacios,
en mi locura,

y si me pierdo en mi soledad no
desesperes porque
seguro
que vuelvo,

espero que quieras ser parte de
mi memoria y no
la dueña
de mis recuerdos

y que dejes alguna nota en los
renglones de mi otoño
escrita
con tus dedos.



Ruben Mangiagli
© 2014



71.


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A veces solo es necesario reconciliarse con eso que nunca pasó para que suceda.alguna vez en la vida.


RM




Querida.


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Disculpe que insista querida,
pero es imprescindible su colaboración, 
para saber dónde se me ha perdido 
la muchacha que hace un tiempo
estaba aquí conmigo,
echando aceite en mi lamparilla,
tratándome como a uno de la familia.

No sabe con cuánto mimo
cuida esas cosas que usted tanto desprecia en mi,

vea mis dedos desde que no la toco
menguando entre mis propias manos poco a poco.

me vienen anchos los pantalones,
hablo solo y sufro alucinaciones.

¿Le importaría darse la vuelta?
Déjeme verla de frente,
póngase aquí en la luz junto a la puerta.
se le asemeja tanto físicamente...

Parece todo tan fácil como extender la mano,
y es tan lejano y tan frágil,

que estoy tentado a emprender hoy mismo
un curso acelerado de transformismo.

Esconda las uñas, querida,
no soy el enemigo,
no es ésa mi intención,

sólo sospecho que es usted quien esconde
contra su voluntad
algo que me corresponde.
Póngale fin a ese disparate,
vengo dispuesto a negociar el rescate.

¿Le importaría que eche un vistazo
por sus intimidades?
que me dé un chapuzón entre sus brazos
prescindiendo de las formalidades y

avíseme si volviera, no es por capricho, le
juré amor eterno y no quisiera
quedar en entredicho.




( me hubiera encantado escribirte esto,
me encantaría lo leas mil veces )




Un día más.


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Todo es un adiós que decimos con
palabras que jamas vamos
a pronunciar,

sin necesidad de un notario
que lo tenga ratificar,

el divorcio es del tiempo, es hoy,
así que quédate con la mitad
de mi mitad,

no es necesario domesticar el amor,
somos un huracán ciego que
solo puede lastimar,

es el cambio de tus caderas y mis
ganas de todo menos de ti,

mis manos que te supieron buscar

no quieren saber con quien estás,

donde o lo que las tuyas tocaran,

dilo tú, o lo digo yo,

la cama no podemos partirla en dos,
total es solo un adiós sin adiós,

un día más que nos sobra, la otra
cara de la felicidad

que ni siquiera es el principio de un
simple final.



Ruben Mangiagli
© 2014



Esta noche.


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Tengo cuatro whiskys de más
y me falta la mujer
que quiero,

me sobran amores de paso y
ninguno que se quede
a mi lado

y sigo despierto echándonos
de menos, no tengo el
pronombre nosotros,

no lo sé buscar me pasa como
cuando con vos no lo supe
encontrar.

Tengo una caja de cigarros que
de a uno a mi boca
le dan placer,

pero mis labios no tienen tus
besos y se secan en
otoños

tan breves que los consumen
estos inviernos largos
que llevo.

Aunque digan que en asuntos
del amor siempre pierde
el mejor

siento que perdimos los dos
en nada, en partes
en todo.

Ahora tengo dos copas de más
y las musas le susurran
a mis dedos

que tal vez haya un después,
un no sé, un de pronto,
un quizás,

aunque se resten a la verdad y
a mi me sobren cien
excusas de más.


Ruben Mangiagli
© 2014





Qué más da.


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Tengo ese tacto, la caricia que te debo
entre mis dedos,
el beso asomado en los labios,
el aire que se hace suspiro


justo en el espacio entre mis costillas
y este corazón oscuro
que llevo.
Un café y un té, mi cigarro apagado,
los escritos ordenados,

mi muerte aplazada para que mis ojos
te vean y no seas
la memoria de lo que nunca pasa,
de lo que siempre se desea.

Jazmines y girasoles, tomates y gatos,
nuestro mundo que aun nos
está esperando,

algunos dicen que son recuerdos que
jamas sucedieron,
otros, sueños que se quedaron sin
dueños,

pero el amor no tiene tiempo,
un instante, mil años, qué más da si
es lo que siento, y me puede
y no puedo.


Ruben Mangiagli
© 2014

Tenerte.


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Te encuentro en los jazmines de otoño,
en el ocaso de un sol perezoso,
cuando camino sin rumbo
porque no tengo idea donde estás,

en las palabras que escribo
para olvidar,
para recordar,

en la noche que me asalta despierto en
un desvelo que no tiene
espacios ni ciudad,

solo tu portal, la acera de la esquina que
me dice un día voy a llegar,

en los girasoles, esos solíamos hablar y
a los cuales vos le ponías color
y yo la rima de mi suspirar,

en realidad te encuentro en todos lados
porque estas en mí
y eso no lo puedo ni quiero
evitar,

porque es una forma de tenerte aunque a
cada rato te vayas para
no regresar.


Ruben Mangiagli
© 2o14






Corona.


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Princesa de un reino tan vasto,
que alcanza los jardines de la casa de al lado,
los balcones cercanos,
y llena de girasoles las
azoteas que
se cubren de vientos,
esos que vienen de tu sur,

y se hacen norte entre mis dedos.

Dueña de todo, de mí, y cada
recuerdo, paisaje de mujer que perdura entre
el anochecer si
sigo despierto,

sin coronas ni joyas reinas aun entre todas y
eres única aunque
renuncies a ello,

y te mueves entre estrellas de
pecas, cometas de cabellos que brillan entre
los arcos de tus cejas
sobre tus ojos de verde tierra,

el tiempo espera, todo puede suceder porque
los cuentos a veces
pasan y a pesar de un
océano el cielo

acerca tanto que mil besos no fueron dados
se hacen solo uno esa tarde
cualquiera entre los
suspiros de las flores y las baldosas
de tu acera.



Ruben Mangiagli
© 2014














Informe de mi ( de vos ).


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Porque te tuve y no,
y te perdí sin encontrarme,

y la luna es igual pero distinta,

mis manos menguan
de palabras que se quedan
en silabas,

no hay razón para el amor,
no hay medida,

y sin embargo en vos encuentro
las justificaciones
indebidas,

estás tan en mí que pareciera
cerca,

pero no,

y esto no es un reclamo,
solo es que te estoy contando,

lo que pasa hoy junto a mi café
y mi cigarro,

una ausencia tuya que es tan
grande

que desgarra el tiempo
y me hace pedazos.


Ruben Mangiagli
© 2014





Conjugación.


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Soy el rey de las letras que no se escriben,
esas que se guardan en el alma
pero sangran,

la noche que rodea mi cabeza, la locura de
ser quien quiera, siempre,
aunque no pueda,

la acaricia que se adeuda, la promesa rota
que tiñe de ausencia y que se
espera,

al que lo quieren un rato, por si acaso algo
bueno sale de entre
sus manos,

la soledad que se eleva al cuadrado pero si
está acompañado huye sin
ningún reparo,

soy ese gato humano que se quedó en cada
rincón de tu tejado, soñando
y esperando,

el que tiene nombre pero no puede llamarse
porque ya jamas nadie podrá
encontrarlo,

la mirada que un día vio todo y ahora nada,
la repetición de la asonancia,
un escrito

que a veces es poema y otras no, como si el
ser algo seria necesario,
obsoleto, gastado,

un tiempo mejor desmejorado, un hombre y
espejo, a veces deseado y otras
que termina odiado

el que te quiso tanto que confunde el pasado
con el presente, pero aun te quiere
demasiado,

que escribe estas letras y las sopla al viento
para ver si por casualidad se
despiertan a tu lado.



Ruben Mangiagli
© 2014


No elijo.


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Te quiero, no lo dudes, 
aunque te lo niegue,
o mis ojos no puedan olvidar la melancolía

de un amor que no ha sido,

por más me quieras
yo tengo el corazón partido, entre todo lo
que no pasó
y lo que puede venir contigo,

pero no elijo, porque no
sé como hacerlo,
no es justo conmigo
porque no puedo dejar de sentir lo que aun
siento,

y

porque quiero soñarte aunque
aun despierto a veces
siga dormido.



Ruben Mangiagli
© 2014



Ese espacio.


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Tengo todo, completo mi cuerpo,
pero me falta algo
que no comprendo,

la brevedad de un espacio, un instante,

un trozo de aire, el tacto en mis labios,

es que tu ausencia de algún modo
me habita, me recorre
y me cierra.

No, no tengo todo, me faltas vos.



Ruben Mangiagli
© 2014




Casualidad.


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No te busqué,
no me encontraste,

Nunca te soñé,
no me imaginaste.

Estábamos con otros,
pero solos.

Y nos unimos, tanto
pero tanto

que
a pesar del desamor

no pudimos evitar no
fingir amarnos.

Por eso,

aun camino mirando
el suelo,

para ver

si por ahi
chocamos de nuevo.

Y ser feliz es
tan cierto, como esa

tarde no
nos vimos queriendo

para
al fin poder querernos.


Ruben Mangiagli
©2014



Entre letras.


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Hice contigo lo mejor que podía hacer,
cada poro de tu piel 
lo convertí en un poema

entre besos, rimas y letras,

así fue cómo te amé y aun te quiero,

eres mi mejor historia, la suma de los
momentos
que jamás restaron.

No me olvidé de nada, los jazmines y
las estaciones fueron palabras
sobre tu espalda,

y mis besos entre comas y comillas en
espacios de mi vida
llenaron la luna nueva.

Así que ahora todo es tuyo, los verbos,
adjetivos, el singular , el plural
y mi pasado nada perfecto,

aunque
nada me quede
a mí,

solo ese punto final que borro cada vez,
para olvidarte,
para no olvidarte,

para seguir viviendo o no,
porque las noches me traicionan y si no
respiro no muero,

pero entonces me quedo quieto,
nada gira, nada cambia
y aun me
pierdo entre escritos, gatos y mis sueños.



Ruben Mangiagli

© 2014



Retomar.


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Déjame intentarlo, de a poco, sin prisa
para salir de este
de circulo,

ordenar de nuevo los calendarios y las
horas tengan un destino,

que las estaciones aparezcan
en el momento que
las perdimos,

y la mirada de mi tormenta muera en
el verde de tus ojos marrón tierra.

Que la palabra muda de nuevo tenga
sonido, idioma y
abecedario

para entendernos y entender lo que no
ha sucedido entre los
sentidos,

que lo que hubo sea cierto sin excusas
de corazones heridos.

Quiero tener el espacio adecuado en las
manos, que mis dedos
sean derechos,

y que los daños se perdonen, por amor o
por lo que sea,
sin miedo

a que los cuerpos hallan olvidado el aire
que nunca y siempre
compartimos


Ruben Mangiagli
© 2014


Madejas.


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Desdoblamos el destino en varios
y los besos quedaron
en formas tan distintas
que ninguno fue todos y los
demás no encontraron
labios permitidos.

Hicimos del amor una palabra
que no entendimos,
intensa,
llena de historias que no vivimos,

Y en el deseo sucumbimos, tantas
fantasías y todo se resumía
a la necesidad de
sentirnos,

Fuimos lo que quisimos, a veces
solo lo que pudimos,
jazmines, versos, cuerpos,
para que la memoria
no permita el
olvido.


Ruben Mangiagli
© 2014