Tengo ese tacto, la caricia que te debo
entre mis dedos,
entre mis dedos,
el beso asomado en los labios,
el aire que se hace suspiro
el aire que se hace suspiro
justo en el espacio entre mis costillas
y este corazón oscuro
y este corazón oscuro
que llevo.
Un café y un té, mi cigarro apagado,
los escritos ordenados,
los escritos ordenados,
mi muerte aplazada para que mis ojos
te vean y no seas
la memoria de lo que nunca pasa,
de lo que siempre se desea.
te vean y no seas
la memoria de lo que nunca pasa,
de lo que siempre se desea.
Jazmines y girasoles, tomates y gatos,
nuestro mundo que aun nos
está esperando,
nuestro mundo que aun nos
está esperando,
algunos dicen que son recuerdos que
jamas sucedieron,
otros, sueños que se quedaron sin
dueños,
jamas sucedieron,
otros, sueños que se quedaron sin
dueños,
pero el amor no tiene tiempo,
un instante, mil años, qué más da si
es lo que siento, y me puede
y no puedo.
un instante, mil años, qué más da si
es lo que siento, y me puede
y no puedo.
Ruben Mangiagli
© 2014