Todo es un adiós que decimos con
palabras que jamas vamos
a pronunciar,
sin necesidad de un notario
que lo tenga ratificar,
el divorcio es del tiempo, es hoy,
así que quédate con la mitad
de mi mitad,
no es necesario domesticar el amor,
somos un huracán ciego que
solo puede lastimar,
es el cambio de tus caderas y mis
ganas de todo menos de ti,
mis manos que te supieron buscar
no quieren saber con quien estás,
donde o lo que las tuyas tocaran,
dilo tú, o lo digo yo,
la cama no podemos partirla en dos,
total es solo un adiós sin adiós,
un día más que nos sobra, la otra
cara de la felicidad
que ni siquiera es el principio de un
simple final.
Ruben Mangiagli
© 2014
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Un día más.
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