Estuve a tres pasos de la pesadilla
al borde de una cornisa
en una obsoleta
regla
de palabras muertas que
ocultaban
lo que realmente quería,
a quien quería.
Estuve a dos pasos de decisiones
desafortunadas,
de esas de no mirar
para atrás y dejarme llevar
a ningún lugar
a casi un paso de de como hacer
una
crucifixión sin cruz
de un final
y empezar a olvidar.
Pero a cuatro pasos estabas vos,
con tus
abrazos esperados
de tiempo que no había
terminado
,
y corriste a mi lado,
primero despacio, después en
calendarios fulminados
de presentes y
me diste tus manos
en ese borde que solo era visto
por nosotros
yo detuve mis
pasos,
y ahí nos quedamos,
mirando un horizonte que ya no
imaginábamos,
donde estaban los anhelos
tanto soñamos
para seguir amándonos.
Ruben Mangiagli
©2015
No Comments
Pasos.
.