Hay solo silencio en la
muralla,
una reja de acero corta
los vientos,
vacío y hierro cierran
los cercos,
palabras que no valen
perturban
sentimientos
sedientos de afectos que
pueden
mover
el tiempo quedan envueltos
en
la quietud cubierta
de miedos
mientras manos que no
aferran
desesperan lamentos
mudos
que se escapan entre los
dedos.
Ruben Mangiagli
©2016