Soy
un traidor a la poesía
no
entiendo de versos, de métrica
ni
de rimas.
Clavo
puñales por la
mañana
a la desidia de mis palabras
y
por las noches curo sus
heridas.
No
sé nada del amor ni
de
la vocación de morir en prosas
de
eterna
lejanía.
Solo
le escribo a ella,
y
entre prosas la amo, desde mis
dedos
hasta
el fin
de
un tiempo que
se
escapa casi sin saberlo en esta
traición
cobarde
y
de orgullo
esperando
un te quiero
que
no llega pero que intuyo en
cada
momento,
pero
si sigo escribiendo
sé
que la pierdo y sino no lo hago
ya
no la tengo.
Ruben
Mangiagli
©2016