270.


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Me dirigí hacia la oscuridad en contra de cualquier instinto.
Rodeado sin poder sentir ni un pedazo de anatomía que confirmara mi existencia, llegué a imaginar cómo desaparecía
entre las hojas de mi propio libro negro
"Que nadie sepa que estás aquí"
leí en voz alta
- Nadie lo sabrá -susurré a las páginas.
y así abrí mis ojos, pero ya no eran las mismas miradas
ni tus manos me sostenían.

Ruben Mangiagli.



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