Con las manos trémulas.


.

Necesito saber sin preguntar,
que las certezas sean las

justas,
mas allá de mis dudas,
más cerca de mi locura.

Estoy tan cansado que me
duele
respirar, es que mis manos ya
no dan más, se quedaron
trémulas de abrazar el fuego
que solo fue hielo de cristal.

No me puedo volver a
equivocar ,
la vida se me fue
buscando mi Santo Grial,
pelee hasta por lo que no
había que pelear y mi cuerpo
se llenó de cicatrices que ya
nadie quiere mirar.

No me quedan caricias para
esperar, así que sin decírmelo
demuéstrame que vos sos
mi final

y que no tendré que volver a
andar,
no porque no pueda
caminar, sino para que mi
alma pueda descansar
y dormir entre tus piernas
sabiendo que mañana
en mi cama todavía estarás.


Ruben Mangiagli
 
 
 
 

Donde.


.

Mezclemos el aliento,
preludio de un beso,
de una palabra,
de un te quiero.

Juguemos con los cuerpos
y que se nos escape el tiempo.

Boca contra boca
como si fuera
un desafío
donde los dos perdemos.

Vencidos y victoriosos en
el arte de tenernos y poseernos.

Que las manos se
junten en la
infinidad de
los dedos,

y la caricias sean tantas
que se confundan en los verbos,

donde hacer sea
decir aun te
debo otro
sueño.

Y que las sabanas sean
banderas de tregua traicioneras

y los labios agotados
aun muerdan la
necesidad de
la urgencia,

Agotados empecemos
de nuevo, por
obra y gracia
de tu cuerpo

y al milagro del amor
le sumemos otro rato de sexo.


Ruben Mangiagli



En tu mirada.


.

Que mi memoria te aprenda
y tu imagen que acorta la ausencia
sea presencia,
para que todo esté en su lugar y el
tiempo encuentre como justificar
la espera,
y mis ojos descansen en tu
mirada de marrón verde tierra.
 
 
Ruben Mangiagli
 
 
 

Nuestro olvido.


.

No hay caminos originales
que no tengan regreso, ni rincones secretos
ni lugares escondidos.


No puedo escapar de tu
olvido, ni del mio, no existen los atajos ni los
de la muerte ni seguir vivo.

Quisiera saber como se
difumina a alguien que se ha querido o se
borra todo lo vivido.

No te confundas ni caigas
en un error, ya no te quiero, no te espero ni
pienso vuelvas conmigo.

Pero si todo lo que nos
dijimos era cierto, el amor era infinito, el
sentimiento compartido,

la pregunta es por qué
nos ignoramos como si fuéramos solo
dos desconocidos.

No dijimos la verdad, nos hemos mentido.



Ruben Mangiagli




 


Formas.


.

Quererte así, de la única manera
que me sale hacerlo,
siendo un caballero que te respeta
y un hombre que en la cama
te enseña.

Con la mejor educación que mi
padre me dio,
que entre sus lecciones un día me
dijo que amar una dama es
un honor,

privilegio entre la verdad y la razon.


Permitirme darte de mi lo mejor
en todas las
versiones y para cualquier
ocasión.

Cuando bailemos una canción de
amor,
susurrarte al oído que el destino
es algo que nos supera
a los dos,

y que mi manos al recorrer tu
espalda hablen esas
palabras que solo los amantes
en el preludio de una noche
saben provocar.

Si alguna vez me olvido de ser
como soy,
recuerdame con una
sonrisa que entre sabanas

te dije eras la princesa que todo rey

quiere encontrar, que lo otro lo
demás, es una reserva que
queda en nuestro dormitorio,
el santuario de nuestra
intimidad.


Ruben Mangiagli.





Cuatro lunas.


.

Quiero cambiar mi locura
pero no por algo de cordura,
aunque parezca increíble
deseo que crezca y me inunde.

entender que no esta mal
amarte mas allá del horizonte
que puedo mirar donde
los sueños de hacen realidad.

Es que es tan extraña la
felicidad, que al tener todo
parece que nos falta algo
para explicar nuestro delirar.

Quiero bailar sin tenerme
que justificar, que las cuatro
lunas sean del color de tu ojos
si yo así las quiero mirar,

que tu cuerpo sea un revolver
y me pueda matar,
pero la fe que tengo en nuestro
amor me pueda resucitar.

Y dejar de caminar, tengo los
zapatos gastados y no me
lo quiero cambiar, llevan
historias en sus suelas que no

me permito olvidar,
que mis últimos pasos en la
soledad me dejen frente a
tus labios, besarte para al fin

después decirte, que mi nueva
locura sos vos, que se tiñe
y se alimenta en tu mirada
de verde tierra mojada de azul.


Ruben Mangiagli



El ruedo de tu falda.


.

Porque estoy pegado al ruedo de tu falda
y me muero si me faltas,

en el bamboleo de tu cuerpo
yo me pierdo
y me caliento tanto
cuando te veo, que me duele el cuerpo.

Mis manos imaginan el encuentro y hacen
dibujos en el aire
creando tu figura donde
van perdiendo de
a poco su cordura y
menguan en la espera que no acaba nunca.

Es que me gustas tanto que he olvidado lo
que es una lección de anatomía
y quiero aprender las curvas
de la belleza y
perderme en la llanura y
aparecer en el medio de tus senos pequeños

que son el camino
que me lleva a tu sexo,
a los comienzos del
comienzo donde terminar significa poder
empezar de nuevo,
y subo, bajo, me consumo, me entrego sin

saber que puedo morir entre tus piernas y
renacer en un beso
que sin números y sin sorteos
para suerte
mía siempre
me toca dártelo en tu mismísimo centro.


Ruben Mangiagli.

© 2012



Bailar mi locura.


.

Quiero bailar mi locura bajo la luna,
contando las estrellas aunque no termine nunca,

que mis pies arrastren la tierra
y mis manos eclipsen la lluvia,
robarte un beso
que tenga la memoria de tus malos momentos y
borrarlos a fuerza
de pasear mis labios por cada
parte de tu cuerpo,
fundirte en un abrazo que de tan fuerte traspase
tu alma y veas
que cuando quiero
me importa nada el tiempo y la distancia, que mato
y muero por la
mujer que quiero
y si es necesario olvido mis sueños y me subo a los
tuyos, para que
sean nuestros y
que en mi reino solo tú reinas,
porque por quedarme entre tus piernas yo te regalo
todas mis letras
que llevan tu impronta en la creación de cada una
de mis prosas
que quisieran atrapar el perfume
de una rosa
para que sea tuyo su aroma y en el aire que respiro
tu perfume se adueñe
del aura de este amor que me
enloquece y me consume como
si fuera un adolescente esperando cada día que la
noche llegue
para tenerte entre mis sabanas y mis manos
se pierdan jugando
con tu vientre.


Ruben Mangiagli

© 2012



La caja.


.

Es un encierro extraño, donde la
soledad completa mi cuerpo


 y la luz es solo eso, la sumatoria
de reflejos de los recuerdos.

No hay llaves ni cerrojos y puedo
sentir la libertad de mis

manos que no obedecen ordenes
ni deseos.

Las sombras son tantas que no
hay lugar para el vacío

que se disfraza de tu rostro en las
figuras muertas de la memoria.

No estoy cautivo, ni preso solo es
que estoy tan inmóvil

que no puedo escapar y lo profundo
se hunde más y más.

Sin fin de sensaciones que no
puedo narrar, fantasmas

de lo que he sido y que invaden mi
forma corpórea

hasta desdibujar mi rostro para que
nadie me pueda encontrar,

es la forma más desesperante que
tiene la soledad,

esa donde el dolor se hace carne y
vivir es solo habitarme

en esta maldita caja que me aprieta
el alma sin descansar.


Ruben Mangiagli.

© 2012



Errores.


.

Quiero matar el hombre que hay en mi,
algo así como renacer,

para no arrepentirme de los errores que cometí,

y que no me importe repetirlos
porque de ninguno de ellos hoy reniego
solo que seria mejor volver a hacerlos

con la experiencia que me dio el tiempo.

Volver a antiguos besos y hacerlos mejor,
seguir siendo el perfeccionista
de los deseos que la piel contiene en los cuerpos,

y poder creer
que el amor de verdad es un juego
donde perder o ganar no importa si

al final todos serán solo nuevos recuerdos.

Quiero empezar a crecer, y no cargarme
de tantas cosas inservibles
que me hicieron más difícil el viaje y no tener

que sentir que el dolor se
puede ignorar, que puedo seguir
adelante sabiendo que a

pesar de todo lo malo la vida sigue igual.

Y si me amaron, por seguro
otras me volverán a amar
y sin saberlo encontrarte para que seas mi error

preferido, ese que no se puede olvidar.


Ruben Mangiagli

© 2012




Vendo.


.

Vendo un poema de amor,
no porque

necesite dinero

o haya perdido mi vocación,
es que necesito
darle un valor.

También puedo permutarlo,
aunque sea por un sueño
nuevo

donde poder encontrarte a
vos,
no quiero escribir sobre el

dolor
ni el infierno,
puede ser algo sin razón o

que sea tan simple que si
sumamos uno más uno
de dos.

No es una subasta de
palabras al mejor
postor,

quien lo quiera tiene que
darme algo
que no haya tenido yo,

contarme de horizontes que
mis ojos jamas haya
tenido en mi visión,

o enseñarme que aun en la
locura
puede encontrarse el amor.


Ruben Mangiagli.

© 2012



John.


.

Crecí en tu música, en tu poesía,
e hice tu utopía mía.


Aprendí los acordes, las canciones
y hasta algunas las canté


con mi ingles de barrio adolescente
grité y grité Help !

Y el rock and roll se hizo parte de
mi piel.

E imagine que podía haber un
mundo un poco mejor,

que la paz nacía si se pronunciaba
la palabra amor,

aunque el sueño terminó en una
vereda de Nueva York,

por seguro el mensaje no murió, aun
seguimos creyendo

y a través de los años seguimos
diciendo,

Imagina un mundo sin fronteras
sin infierno y solo cielo,

sin nadie por quien morir, sin
nadie a quien matar

imagina a la gente compartiendo
un mundo en paz.


Ruben Mangiagli.
© 2012
 
 
 
 

Ya no te amo.


.

Cómo decirte que no te amo,
pero te extraño,
que aun quiero ese amor que fue tan nuestro.


Es que no terminas de irte y
no te dejo partir,
no es un duelo, es que simplemente no puedo,

no quiero vivir en un mundo
en blanco y negro,
donde los colores sean anagramas de recuerdos,

y mi cuerpo se vaya muriendo
con el paso del tiempo
entre otras manos que no entienden mis sueños.

Es verdad que te echo de menos,
que todo es tan
igual que lo distinto se quedó en lo que no pudo

pasar, como si un epilogo
podría disfrazar todas
las palabras no dichas después del punto final,

pero dicen que hay que
avanzar, aunque yo
sienta que retrocedo hasta el borde de mi abismo

del que no podré escapar,
pero al menos en
ese lugar todas tus sombras no me perseguirán
y seguiré sin entender como
puede doler dejar
de amar despues de haberte amado más y más.



Ruben Mangiagli



Una parte de mi.


.

Te regalo una parte de mi
la que quieras, la que desees,


 puede ser cualquiera la que
esperas o una te sorprenda,

sé que hay algunas que te
interesan por ejemplo

la que parte de mi boca y se
hace labios que te besan,

o mis manos que te acarician
y que también te anhelan.

Puedes preferir una intangible,
una idea que te pueda,

la memoria de tu piel que
después se hace un poema,

también mi trabajo o un día
de mi descanso,

y si te animas a ser mucho
mas explicita quizá

quieras quedarte la que nace
desde mi ingle

y llega a tu fantasía, la que
te invade y te hace mía.


Ruben Mangiagli.

© 2012




De todos mis besos.


.

Camino por la vida casi como he nacido
con lo poco que tengo, rodeado por el
aura de las mujeres que alguna
vez me han querido

en mi memoria llevo los pasos que dí
por ciudades y pueblos
donde escondí los besos de un
amor pasajero,

algunos dirán que he vivido y otros
que no entienden como aun
no estoy muerto de tantas copas
de vino

que apagaron desengaños por haber
creído, pero aun me quedan
tantos sentimientos
que se rebalsan en

mis manos cuando abrazo y digo un
te quiero, aun así espero
que tu amor sea
el ultimo

en mi cuerpo,  para poder olvidarme
de otras bocas y que por
fin te adueñes de todos
mis besos.


Ruben Mangiagli.



Entre mis horas.


.

Escribirte un poema sin motivos
que se mezcle con el humo de un cigarro,
y se pierda en las horas de mi reloj,

decirte lo que jamas te digo
pero lo sabes tanto
que si te lo repito puede que ya no tenga
sentido,

morirme en el medio de una estrofa porque
las musas se escaparon y
revivir pensando que te amo

en la idea que te necesito
y que me necesitas
porque uno más uno en nuestra cuenta no
da dos.

Que seas mi Venus que abraza sin un brazo
pero me quiere tanto
que le regalo mis manos,

que esta noche que no acaba ni sabe donde
empieza se adormezca
tan lentamente para que puedas
despertarte a mi lado

y darme cuenta que te desnudé sin quitarte
la ropa
y que las mariposas que vuelan

alrededor de este amor, hagan con sus alas
la sabana multicolor
donde las gotas derramadas de la
pasión

se escondan disimuladas entre tus piernas
que aprietan mi
espalda y liberan mi razón.


Ruben Mangiagli.




En un papel.


.

Escribe en un papel lo que quieres ver,
puede ser un dibujo si ,

o tal vez un deseo de esos que parecen
tan lejanos
y sin embargo están en las dedos de tu
mano,

pero piensa y busca antes de hacerlo y
siéntelo bien adentro, que sea
algo que escondas en el medio de lo
que siempre
quisiste y lo que puedes hacer sin un
porque.

Deja que la locura aflore en tu piel y
cree, solo cree, con tanta
fuerza que tu mundo se parta en dos
y que en
cada mitad mires a los costados y este
yo a tu lado.

Tienes que saber que siempre estaré,
y cuando te sientas sola
mira este papel, y así podrás sentirme
en lo que hiciste te habito aunque no
me puedas ver.


Ruben Mangiagli.




Referencia.


.

Quiero adueñarme de tu pena
porque soy fuerte,

ser tu cable a tierra,
tu referencia.

Que mi corazón lata por el de
los dos y cierres tus
ojos mientras mis manos
abrazan tu dolor

y lo haga mio para que puedas
volver a respirar
y tu ahogo reciba el aire
de mis besos.

Para que tu melancolía de una
vez te deje escapar
de ese mal sueño
de nunca acabar.

Dame tu mano una vez más y
vamos a caminar
y si te llueve yo te aseguro
un día va parar,

porque te quiero cuando hay
sol,  te cuido y si la
lluvia quiere empaparte
me mojo con vos,

y te cuento mientras que así
es el amor, dándote la
mitad de mi sonrisa
para que estes mejor.


Ruben Mangiagli.




Estrellas de papel.


.

Todos tenemos una estrella
a un millón de años de casa

donde escapar,
un lugar al que jamás
ninguna otra persona podrá
llegar,

un refugio inexpugnable
que queda entre la mitad
de nuestros sueños
y la tan temida realidad,

donde hacernos parte de
nuestra propia soledad y los
silencios que
ahogan los gritos sean
más fuertes que las palabras
a pronunciar.

Un rincón donde perdernos
sin necesidad de tener que
llegar a ningún lugar,
donde quedarnos

y si es necesario morir para
poder resucitar
y volver a ser como un niño
que empieza a correr
cuando el viento se lleva su
cometa de papel,

hasta casi tocar el cielo en
el intento de creer
que lo se quiere nunca se
va perder.


Ruben Mangiagli





Quizá.


.

Percibo, siento, vivo, intuyo,
pero no sé como puedo saber si
todo lo que aprendí es verdad,
jamas estuve en un
desierto
pero mis pies se quemaron una
vez de tanto andar
buscándote por una ciudad.

Es verdad vi tus ojos llorar, pero
no pude entender que ese
dolor después crecería en mi más
y más,
hasta consumir
mis huesos y mis
manos que te habían aprendido
te pudieran extrañar.

De que me vale leer y aprender
si hay tantas cosas que
jamás podre conocer,
quizá haya llegado el tiempo de
entender
que el tiempo no
nos espera y si no hago
hoy lo que debo realizar

tal vez jamas lo pueda lograr, al
final siento que mi historia
es tan larga que necesita un
punto final,
que me deje justo al borde de
tus labios para decirte muy
cerca que reaprendamos lo que
supimos olvidar,

que los besos que no nos dimos
nadie nunca los podrá
reemplazar,
que la memoria se puede
olvidar en un instante y los
recuerdos que lastiman y nos
detienen
algún día dejaran de sangrar.


Ruben Mangiagli