Quisiera.


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Quisiera poder dejar de escribirte,
que la luna solo sea la luna
y no donde buscarte,

no pensarte cuando camino,
que no todas las risas terminen en
tu sonrisa,

que se diluya la carencia
de mis manos cansadas de palabras
que no te reconocen,

no verte si no sueño, que
el tiempo huya rápido sin saber que
termina en vos

en cada final de las estaciones y que
algunos meses
se esfumen

y se borren esos días del
calendario que significaron algo y
nunca fueron nada,

olvidar tus pasos, las huellas dejaste
en las calles y en mi,

que la enajenación de
los recuerdos no se haga parte de
mi locura,

que dejes de ser la única
perfección en la imperfección de
los poemas hago por vos.

Y que el olvido te lleve
o me lleve a mí para que jamas
sumemos dos.

Ruben Mangiagli
©2016

139.


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El sentimiento de que no te quieren es la pobreza más terrible que existe.



138.


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El infierno no está en un lago subterráneo. 
Tampoco son los demás, aunque puedan torturarnos con su estupidez. 
No.
Ese lugar tan temible se halla mucho más cerca. Tan cerca que hasta ahora he sido incapaz de verlo. 
El infierno está en cada uno.



137.


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Ya no recuerdo tu nombre ni dónde paseas tu tristeza, pero sé que algún día me encontrarás. Nos miraremos a los ojos y los dos sabremos que hemos llegado.



136.


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Hay un lugar en el olvido donde aún estás. pero no puedo recordarlo.



Otra manera de amar 4.


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Eramos como una deuda que le debíamos la vida, o que la vida mantenía con nosotros, pero en el medio siempre estábamos los dos, una contabilidad errada de ilusiones, una falacia matemática donde uno más uno nunca daba dos, probando que el amor era una papel lleno de palabras donde nunca podíamos dar vuelta la hoja, al menos para vernos a los ojos una vez y aguantar sin pestañear hasta que uno de los dos pierda y jamás recupere ese instante no vió al cerrar los ojos.
La aritmética es exacta, nosotros no lo eramos, porque sino mirábamos el abismo no sabíamos contar los te quiero decíamos y los que se quedaban escondidos por si algún día teníamos que huir desprevenidos.

RM



Otra manera de amar 3.


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Y llegamos a un lugar que, aún a día de hoy, no sabría muy bien cómo definir. Quizá es ese sitio al que te trasladas cuando suena el timbre del recreo, o allí donde vamos al cerrar los ojos justo antes de soplar las velas, o el viento en el que flotamos al recibir uno de esos abrazos que nos sostienen el cuerpo, las dudas y los miedos... ¿Quién sabe? O quizá no era más que la parte trasera del armario donde guardábamos detrás de todo los amores el amor que habíamos soñado, tan detrás que un día sin darnos cuenta olvidamos donde estaba.

RM

Otra manera de amar 2,


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Mientras los días y las noches, todo el tiempo en el tiempo avanzaba, los poros se abrían. Las letras se transformaban en imágenes mentales de piernas entrecruzadas, uñas aferrándose a músculos torneados, lenguas que desesperadamente buscaban darle sincronía a un baile. Pronto los sonidos de placer parecían estar en nuestros oídos, la lectura de las palabras, las imágenes, las voces eran tan profundas, que sin alterarnos podíamos oler el sexo, las pasiones y prácticamente parecía que vivíamos esas escenas. Finalmente todo terminaba , cerrábamos los ojos y nos habíamos sentido más que mil parejas juntas en un hotel prohibido solo para amantes

RM


Corazón vacío.


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Mi corazón tenía dueña,
mis manos,
el cuerpo,
las ideas,
los recuerdos,
aun son de ella,

No tengo elección posible,
alternativa,
escape,
descanso,
reclamación
y tampoco la tengo a ella,
Es la compañera de esta
soledad,
eterna,
fría,
atemporal,
un poco de
muerte otro tanto de vida,

el amor en singular, sin
esperas,
ni tacto,
sin caricias,
de promesas malditas,
la noche sin día, estaciones
vacías,
como
besos
secos sin labios ni saliva

y aunque es verdad que me
ha devuelto
algo,
está muerto,
solo tengo ahora
este corazón
que late sin sentimientos.

Ruben Mangiagli
©2016

Tal vez.


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Algún día, en una mañana
de Enero,
te levantáras temprano,
y te pondrás junto
a la ventana
de la cocina
con tu café en mano y los
recuerdos cerca,
tu aliento tibio y un suspiro
empañará tu corazón
en el vidrio,
la memoria será una lagrima
sonriente
y tu sonrisa llorará
el presente
que se ha ido.

Ruben Mangiagli


La distancia del silencio.


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Ni el arma mas letal de todas causa tanto dolor como el silencio de quien queremos y esa es la mayor distancia que ningún hombre puede superar.

RM



Norte.


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Tengo esta brújula en mi
interior,
está bendita
y maldita,
me pierde,
me guía,
es como una puta mentira
que siente
mi corazón,
la única verdad que me queda,
el vestigio
de tu juicio
sin testigos
ni razón,
un recuerdo que quiere ser y
no desaparecer,
un beso
que te debo,
el maltrato
de un amor,
tengo esta brújula en mi
y el norte
siempre sos vos.

Ruben Mangiagli
©2016

Verde tierra.


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Ella tiene los ojos del color de los árboles que están sobre su vereda, el verde de las hojas en primavera y de las ramas al comienzo del otoño, solo que muy brillantes. Y más cuando se ríe, que es como  si ellos encendiera las luces del mundo

RM


Otra manera de amar 1


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No podíamos tocarnos con las yemas de los dedos, como todas las personas. Sólo teníamos los días negros de la locura para tocarnos con los corazones saliéndose del pecho, sólo entonces lográbamos frotar un corazón con otro.
RM


Gatos y girasoles.


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No puedo pedirte nada ya,
todo lo que me tenias que dar
me lo ofreciste agregando un poco más,

entre girasoles y gatos
tiempo y destiempo

me recordaste el verbo amar,
que el alma es tangible de verdad
y que la piel sin piel se muere aunque

con tatuajes de palabras
se quiera ocultar.

Aprendí a mirar lo que mis ojos
pedían como una realidad que
si lastimo alguna vez me tocaría pagar

con justicia o sin razón
pasaría igual.

Aunque mire para atrás y aun
estás, aunque vea otras estaciones
y ni siquiera tu sombra en enero sea

una reflejo de lo
que no hay,

te doy las gracias por amarte
tanto y espero alguna vez me puedas
perdonar por no entender tu necesidad

de tenerme,
de tenernos,

a cualquier hora,cerca, en cualquier lugar.


Ruben Mangiagli
©2016




Pétalos en la vereda que tal vez se hagan poema.


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Casualidad del viento y de la tierra,
que este pétalo haya llegado a
mi vereda,

como el anuncio de una buena nueva
el arribo de una posibilidad
de amor abierta,

pétalos de corazón en una acera, una
señal que el tiempo
todo lo lleva,

seguramente el aire se lo llevará de
nuevo, quizá lejos
puede que cerca,

pero mis ojos ya lo vieron
para que se hagan letras,

y perduren en la manos y la lectura
de alguna mujer que de
verdad me quiera.



Ruben Mangiagli
©2016


Dantesco.


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Pasa la gente a mi lado...todos con el móvil en la mano y la luz de los aparatos iluminan sus caras absortas, sumergidas en ellos, es una imagen extraña, dantesca, como si la soledad sea ahora colectiva, única e impersonal.



Silencios.


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Hay silencios diminutos en todo lo escribo. Entre párrafos. Entre estas mismas palabras (...) A veces todavía deseo que no haya ningún silencio, sobretodo el tuyo.





135,


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Las palabras te pueden acercar a alguien...,aunque sea a miles de kilómetros



134.


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Escribir a alguien es la única forma de esperarlo sin hacerse daño.