No
puedo pedirte nada ya,
todo
lo que me tenias que dar
me
lo ofreciste agregando un poco más,
entre
girasoles y gatos
tiempo
y destiempo
me
recordaste el verbo amar,
que
el alma es tangible de verdad
y
que la piel sin piel se muere aunque
con
tatuajes de palabras
se
quiera ocultar.
Aprendí
a mirar lo que mis ojos
pedían
como una realidad que
si
lastimo alguna vez me tocaría pagar
con
justicia o sin razón
pasaría
igual.
Aunque
mire para atrás y aun
estás,
aunque vea otras estaciones
y
ni siquiera tu sombra en enero sea
una
reflejo de lo
que
no hay,
te
doy las gracias por amarte
tanto
y espero alguna vez me puedas
perdonar
por no entender tu necesidad
de
tenerme,
de
tenernos,
a
cualquier hora,cerca, en cualquier lugar.
Ruben
Mangiagli
©2016