Estas en mis manos,
en las huellas que dejan mi pasado,
cuando se cruzan las lineas
de mis palmas
y no estás en ninguna lado,
en las caricias que no fueron,
eres sudor de mis falanges cuando
todavía te deseo
y extraño.
y sobre todo cuando escribo
en tardes de soledad y tu silencio,
estábamos tan cerca y el puto
no destino que quiso te escaparas de
la punta de mis dedos.
Sí, te quedaste en mis manos,
aunque las tuyas las haya perdido
aun las sigo buscando.
Ruben Mangiagli
©2016