Vamos a calcular
 a ver si nos podemos aclarar,
deberemos formular la
 hipótesis de un deseo y algo más.
 
 Que los vértices de
 tus piernas se puedan
 ejemplificar
 empezando sin terminar,
 
 si sumamos el angulo
 de tu centro de gravedad
 resulte que mi recta
 crezca más y más
 
 hasta que después de una noche
 entera de tanto
 multiplicar nos olvidemos
 de restar.
 
 Y la tesis sea tan perfecta 
 que la tengamos que
 volver a enunciar entre
 gemidos y suspiros
 
 y el teorema resulte 
 una verdad que busca
 su comprobación en 
 los cuerpos que se encuentran
 
 en las sabanas de color tiza 
 gastadas de tanto amar,
 donde uno más uno sea uno
 y nada nos importe ya.
 
 
 Ruben Mangiagli.
© 2012



