Archive for mayo 2011

El resto de mi amor.


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Ven, siéntate, hablemos un poco

con palabras o con la mirada.


Es más el tiempo pasado que el

tiempo que queda,


y no importa lo vivido, si fue

muy bueno y merecido,


o si lo malo pintó los días del

color de la noche negra.


No quiero balances, ni cuentas,

deseo ahora lo nuevo,


lo que llega, improvisando cada

suspiro que me resta,


Tengo algo para ti que nadie ha

tenido antes, disfrutado,


tengo el resto del amor que me

late, que no es poco,


un orgullo de hombre que aun´

sabe te debe casi todo.


Ruben Mangiagli.



Contamos como ceros.


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Mediana latitud que rige los momentos,

donde las sin respuestas carcomen los

silencios, en la búsqueda de unas frases

que devuelva los respetos, para que la

verdad sea una palabra completa, donde

la estafa pueda ser reclamada.



Cualquiera escribe y opina, todos tienen

ese milagroso derecho, y los demás que

intentamos pensar perdemos, mordiendo

el polvo, acribillados en el cerebro, como

idiotas hemos nacido, idiotas moriremos,

somos la letra muda fuera del alfabeto.



Formadores de opinión que deforman a

crédito, cobrando el peaje del desprecio,

en el anonimato del cobarde, que tira la

piedra y no esconde la mano, se cree tan

impune, tan dueño, que los derechos de

todos son para él la mierda del vertedero.



Harto de tanto cinismo, de tanto acuerdo,

donde mi dignidad equivale a cero, donde

si digo la verdad solo soy portador de un

utópico sueño. Sigamos creyendo estar

vivos, creyendo que es un juego, que más

dá, solo sobrevivimos para estar muertos.



Ruben Mangiagli.






Mi dolor.


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He visto el dolor en todas sus caras,

y sus ojos me miraron fijamente, en

las palabras agotadas de mi padre,

que deseaba morir, en la agonía que

de la miseria de la enfermedad sin

memoria, y la vida es una carga.



Lo sentí cuando en toda la distancia

me dijeron que mi madre no estaba,

que no escucharía jamás sus palabras

que siempre me encontraban en mi

necesidad oculta de no crecer para

poder llorar sin tenerlo que ocultar.



Lo experimenté en el desamor de

ser quien ama y no ser amado, en la

pregunta sin respuesta que si me

amaban tanto yo no podía sentir en

mi corazón lo mismo, asimetria que

dañaba y la verdad que desarmaba.



En la perdida de un amigo, en la

incapacidad de dar consuelo porque

también yo estaba vació, tan vació

que lo oscuro era lo más claro, que

en la noche encontraba misericordia

en la fe, sin Dios y sin abrazos.



Sin embargo soy feliz, porque aun

amo, a mis hijos, a la cantidad de

amigos y a los verdaderos que cuento

con los dedos de una mano, quiero

a lo que tengo y peleo por lo que aun

no tengo, amanece de nuevo, y



ahí esta la mujer de mis deseos, la

dueña de mis letras, la portadora de

mis sueños, la que mitiga el dolor

e instala la sonrisa en mi rostro, y

que sabe en silencio que el dolor y

lo malo de mi vida se aplaca en sus



ojos, y en este verso casi incompleto.


Ruben Mangiagli.








No quieras.


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No quieras decirme como ser, o que hacer,

dejame crear todos los errores y rectificar.

Permiteme amar como me sale, y no como

tu quieras que te ame.

Si mi sonrisa no es fácil, no es que triste ni

que pasen cosas malas, es quizá sea feliz

por dentro, y no necesite ningún gesto.

Mi historia esta plagada de desencuentros,

de peleas sin banderas, y de victorias sin

memorias, por eso prefiero saber la tuya,

escucharte, aprenderte en mis silencios.

Mi mundo es muy pequeño, lleno de cosas

en los rincones, no quieras poner orden,

prefiero te sientes y yo mismo te las muestro.

No quieras que no te quiera como te quiero,

porque no sé hacerlo, y no quieras demostrar

cuanto me quieres, porque no lo necesito, y

si aun así quieres hacerlo, no te compliques,

me lo puedes resumir todo con un beso.


Ruben Mangiagli.



Por tu espalda.


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En tu piel esta tu historia, cada parte

habla de vos, en tus labios que saben

ser el cielo y el infierno, en tus manos

que guardan la memoria de tus actos .



Por tus senos, firmes que invitan a mi

deseo de acariciarlos, medanos- mujer

relieve que marca tu femineidad en el

escote de tu vestido negro y claro.



En tus piernas, ida y vuelta de todos

los caminos, pilares que sostienen las

belleza de tu cuerpo, y que llevan a

tus pies que buscaron mi destino.



Pero en tu espalda está la esencia de

tu alma, blanca, perfecta, donde toda

mi hombría se descarga para mojarte

y muero para poder renacer de nuevo.


Ruben Mangiagli


Lluvia de domingo.


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Desconocido amor empapa mis días

y si estas en mi, los olores de lluvia

que saben el sol esta sobre las nubes

toman el color oscuro de tu cabello.



Nueva sensación de estar vivo, en

mi sangre corre la promesa que cura

las vertebras rotas de mi alma, que en

tus manos encuentra la paz y su calma.



Las referencias puntuales exactas que

había estado amando mal, pulsaciones

que son arritmicas al pensar en ti, y las

urgencias de mi sexo se adueñan de mi.



En tu cuerpo esta el norte y el sur, y las

huellas de mis dedos quieren marcar que

sos miá, que me perteneces en cada beso

en el ocaso y la mañana de los tiempos.



Orgullo de macho, de hombre que se

sabe afortunado al probar tus labios y

tus rincones privados, única mujer de

mis deseos, dueña de todos mis sueños.



Poema inedito, palabras viejas para

decir o intentar al menos expresar lo

que siento, llueve, te extraño, estoy

vivo y la vida es simple, estas conmigo.



Y en tus adverbios sin verbos y en

los desvelos del tiempo pulverizaste

viejos recuerdos, que no son ya nada,

eres ahora toda la memoria de lo nuevo.

Ruben Mangiagli



Las letras del deseo.


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Días que esperan ser noches para que

mi cuerpo calme la fiebre que lleva

por dentro, que busca tu piel, tu boca

y el relieve de tus senos.



En esos momentos es cuando soy el

hombre y todos los hombres, ya que

soy único, rey y campesino que en

su tierra reina y planta su simiente.



Se pueden descubrir momentos, con

historias que hablan de otros, idiomas

de lenguas diferentes que no entienden

que los besos de palabras carecen.



En otros cuerpos he navegado y sé

que otras manos me abrazaron, que

mis labios otros labios besaron, pero

mis letras este escrito han creado.



O también podría un libro inventar

que hable de geografías diferentes y

desconocidas en los mapas, pero mis

manos , mi amor, tus secretos guardan.


Poema: Ruben Mangiagli

Dibujo: Marian Ituri-asso (marian t.m.)


Poesía y verdad.


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Descansa en los brazos rotos la poesía
cuando el arte es vulnerable
y las letras
que no saben
de presiones ni prisiones
liberan la verdad escondida y perdida.

Y la verdad que entiende razones y las
justifica como agua entre
las rocas que
necesita correr,
rompe los simulacros y
declara a todos los vientos la libertad.

Por eso escribo, para poder expresar
los sentimientos que no
se pueden
ni deben callar,
para que las palabras una
a una liberen el grito de mi soledad.

Y mis rimas hablan de la mujer que
amo, de los brotes del
amor consumado,
de amigos, enemigos,
de guerra , paz,
de cuerpos y mares donde naufragar.

Mi nombre prosperará en cada escrito
que sangro, en cada
poema de amor y
libertad,
en mis verdades , fracasos y
sobre todo conjugando el verbo amar.



Ruben Mangiagli



Poniendolo claro.


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Te he dejado donde se termina el amor,

aunque jamás hubieras pensando que el

día llegaría, que mis sentimientos eran

eternos, creyendo que siempre estarían..



No te dejo nada, no me interesa hacerlo,

tan grande fue el amor que solo pudo

ser superado por la decepcion de saber

no eras nada de lo que sostenías vos.



No hay vació que llenar, solo y sin que

se pueda evitar, volver a desconfiar de

que las letras no siempre dicen la verdad

y que quieren ganar aun en la soledad.



Me quedo con mi silencio que es todo

lo que te ofrezco hoy, es una forma muy

extraña de respeto, para no decirte nada

ni con palabras y menos con hechos.



Pero si te agradezco lo que me me diste,

el aprendizaje de como no se debe amar,

que al final solo tú eres responsable de

lo que eres, y no culpa de los demás.



En la claridad de no poder compararte

con nadie, porque ningún recuerdo tuyo

quiero ya, me declaro libre de culpa y

cargo, pues yo si al final sabia amar.



Te quejas que no te di oportunidad y no

es así, vos sola me perdiste, mostrando

la realidad, que tu vació es tan grande,

y crees poder así disimular tu soledad.



Y aunque te cueste entender que ya no

quiero saber absolutamente nada de vos,

es lo que hay, juego terminado, perdiste

aunque siempre creíste ibas a ganar.




Ruben Mangiagli

He aprendido.


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Ya no volveré a caer, no volveré a perder,

he creído en todo lo que debía creer, en la

mentira que me dijeron mirándome a los

ojos, jurando amores de destinos infinitos.



Ya me levanté, me he liberado de la prisión

de mi propio ser, los sueños los tendré

solo cuando me quede dormido, ya no

voy navegar en barcos de papel.



He querido lo que no se tenia que querer, y

me han querido sin querer, así que ahora

el balance me da igual, que más si perdí

en vez de ganar? Aprendí también a restar.



Si mi destino era este, no lo voy a cambiar

porque solo me importa lo que hay, solo

hay una verdad, si me la dijeron por la

mitad, al final me han mentido igual.



No se puede ver mas allá del horizonte,

no se puede escribir una carta de amor si

no hay nadie la quiera reclamar, entendí

que es mas fácil la compleja realidad.



Y si me preguntan entonces en que creo

ya, solo diré mi verdad, creo en ella, mi

mujer, la que de mi mano va, y en mi,

porque me eligió y la elegí, sin pasados,



sin promesas, solo con que camine a mi

lado todo esta en su lugar, sin poemas ni

cuentos, en los sentimientos que no se

escriben, en el amor que no se puede narrar.




Ruben Mangiagli

Casual.


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Este escrito surgió de la idea de que Marian cree una obra al azar y yo le pondria letra, es la primera parte

luego yo escribire las letras y ella las ilustrará.



Todos los instantes se pararon en la barra del bar

y el tiempo ya no fue el mismo tiempo, algo me

susurró al oído, que podría tener algo más.



Me acerque a ti por detrás, con la seguridad

incierta que te da esa copa de más, sintiendo el

licor quemar mi estomago, fuego en mi ansiedad.



Tu pelo se mezcló con el mio, y tus ojos de un

marrón infinito me resumieron toda tu vida en

una mirada y los míos fundieron el abismo.



No hubo mucho más, es decir pocas palabras,

las de la formalidad, que fue aniquilada por el

deseo de las bocas ,los labios y la necesidad.



Como si de nosotros dependiera el futuro de

toda la humanidad, todo el manual del sexo y

de más sexo, se reescribió detrás de ese portal.



No nos importó el frío, ni la gente que podría

pasar, todo el mundo se redujo a nosotros y las

manos y las piernas siguieron el compás.





Te pregunté, te puedo llevar ? Y me dijiste que

no, que tu hombre te pasaría buscar, mire la

hora, era tarde mi mujer me esperaba para cenar...



Obra compuesta por :

Marian Iruti-Asso ( dibujo )

Ruben Mangiagli ( Letra)

Dilo.


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Dile a lo demás que te quieren,

que hay alguien que muere por ti,

cuando te mira, cuando no estas,

que te da sus sueños y su verdad.



Yo les diré que llegue al final, a

mi nirvana de mujer, que soy

feliz al despertar, y que por fin

conjugo el verbo amar.



Contemos que se puede, a pesar

de la dificultad, que la peleamos

y que si a alguien le jode, bueno,

que haga puerta sin más.



Te quiero, me amas, ya todo es

realidad, todo esta en su lugar,

mi alma te buscó tanto que la

mi piel ya sabe como te llamas.



Pintemos un cuadro juntos, de

ningún lugar, un cuadro que solo

tu y yo veamos, pon el color de

tu ojos, y las manos para pintar.



Y al final dejemos este poema

inconcluso, y lo seguimos en la

cama, después de sudar, o quizá

al despertar, te amo y lo sabes,



me quieres y lo sé, toca disfrutar.


Ruben Mangiagli


Amores vividos.


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He vivido el amor en todas sus facetas,

un privilegio de haber sentido y crecido.

Amores de un día, de un rato, brazos y

cuerpos que se encontraron.



Otros a más largo plazo, que sumaban

experiencias, y que luego terminaron,

amores sin nombre, que no tuvieron ni

un llamado, solo sexo pagano.



Pasé por el peor estado, ese amor que

se jura eterno que después demuestra

no vale un carajo, estafa a toda letras,

que lleva la mentira como bandera.



Y hoy parece que nunca he amado, al

menos mis recuerdos se han borrado,

aprendo de nuevo a tu lado, y creo en

ti y en mi, te doy mis manos,



porque eres sincera, honesta y das tu

vida por mis besos, y yo caballero del

medioevo en tiempos modernos, doy

por ti mi vida, mis sueños y mi reino.


Ruben Mangiagli








Tus medidas.


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Sé las medidas exactas de tu cuerpo,

y no usé fórmulas ni tablas.

Tu altura perfecta para que yo

solo deba inclinar mi cara para

encontrar los besos que me calman,

tu boca, copia y se amolda a mis

labios, para que cuando me besas,

yo recuerde la visión de las estrellas.

Tus pechos se adaptan a mis palmas,

continentes de deseo, preludio de

placeres por donde tu piel baja, y

llega al centro de tu gravedad, esa

parte femenina que mi masculinidad

disfruta y reclama.

Y tus piernas, ahí la tarea es ardua,

tanta belleza y perfección es muy

difícil de mesurar, así que prefiero

recorrerlas sin prisa, para llegar a

tus pies, que calcan mis pasos y

me siguen como compañera de

viaje por esta vida, como amiga,

mujer, amante, que me contiene

con su mirada y se funde en mi alma.





Ruben Mangiagli

Inspiracion divina.


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Descanso mi ojos , como lo hace el sol

al atardecer después de todo el día,

como la pluma sobre la mesa después

de haber creado todos los poemas.



Puedo hacerlo porque cambiaste mi vida,

con pequeños actos, a pesar de la lejanía,

estas pegada, eres parte de mi piel , de

mi cuerpo, estas en todos mis días.



Quisiera inventar las palabras para evitar

el bochorno de no contar con ellas para

decirte lo que siento, un ignorante que solo

puede murmurar un te quiero.



Y los arcones de los malos recuerdo hoy

arden en la vereda de mis sueños, tengo

otros nuevos que voy completando en los

momentos de nuestro milagroso encuentro.



Todo debe suceder, si es lo que queremos,

en nuestras manos esta el destino, y las

caricias que se acumulan en los brazos

esperando ser parte de nuestro libro.



Poemario de amor, relato de biografiás,

de tu historia y de la miá, que por fin

se unieron para ser una, en las paginas

vaciás que esperan ser vividas.



Llegaste y pusiste mi mente cansada

en alerta viva, impusiste tu presencia de

mujer integra, hiciste añicos las memorias

para ser única, mi musa e inspiración divina.





Ruben Mangiagli

Angel caido.


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Angel que fuiste elegido,

angel que fuiste desterrado,

ya no tengo nada para darte

porque ya entregué mi aura,

solo cuerpo vacio soy,

carne para las llamas,

asi que no tengo nada que ofrecerte,

solo sé que no puedo seguir amandola,

asi que si necesitas un paria,

aqui estoy,  solo tengo mis versos

que simulan mi alma.


Ruben Mangiagli

Tu falda.


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Digamos que cuando te digo te quiero

tu falda se acorta más o menos un dedo.



Así que voy sumando, y ella subiendo,

te lo digo seguido mientras te beso.



Ya casi lo he logrado, sin prisas, lo dije

una y otra vez, tantas que no recuerdo.



Tarea consumada, ya no está, con esmero

y mucho esfuerzo ahora veo tu cuerpo.



Que debo decirte para que se esfumen

el sostén y las bragas? Dime que debo...



Haz hecho tu parte, me dijiste la palabra

al oído, la hago miá, y me la aprendo.



Ahora que no llevas nada, se que ya no

valen las palabras, solo cuenta el deseo.



Y soy todo mástil y tu bandera, que lleva

el color de tus ojos, y sangre de mi vena.


Ruben Mangiagli


Primer olvido.


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No podemos cambiar nada, el amor termina

donde jamas comenzó, se queda trunco en

las palabras no dichas, y agoniza en las que

hieren pero no matan, para hacer sufrir más.



Tanto me costó decirte te amo, tanto como

a ti te quiero, pero jamás pensé que lo malo

seria más que lo bueno, que llegaría el día

donde recurriria a la crueldad del silencio.



Ser tu perfecto extraño, ese hombre que un

día juró amarte para siempre, ya no está en

mi, fue menguando, en los tal vez, en todos

lo quizás, en los ya no te digo te quiero.



Sabemos no hay culpables, para siempre es

mucho tiempo, y ni siquiera nos quedo eso,

tus momentos ya no son míos, y los que yo

tengo no son ya para compartir contigo.



Usemos los códigos, pongamos juntos las

claves y en un instante terminemos, y así

inventemos algo nuevo, pongamos titulo,

podemos llamarlo amor al primer olvido.



Sigamos los caminos que no anduvimos,

que al menos el ultimo acto sea respeto, no

para nosotros, sino a lo que tuvimos, eso

que llamamos amor cuando nos mentimos.





Ruben Mangiagli.

Intercambio.


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Dame un beso y un te quiero,

te doy mis sueños y otro beso.



Ofréceme tu aliento, tu aire,

y mi voz no olvidará tu nombre.



Toma mis manos, mis dedos

y tendras mi palabra y mis versos.



Entrégame tu deseo, tu sexo,

y te daré orgasmos de ensueños.




Regalame un minuto de tus días,

y yo te dejo para ti toda mi vida.



Y si esto es poco, lo hacemos de

otra manera y que sea viceversa,



comenzamos de nuevo la tarea

pero invertimos las ofertas.



Te doy un beso y un te quiero

dame tus sueños y otro beso...



Ruben Mangiagli.



Parte y arte.


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Descanso mi sonrisa en la tuya,

y re aprendo los gestos para hacerla miá.

En tus ojos mi mirada expongo, como un

artista que finaliza su obra y espera la critica.



Mis manos son tus manos, y mis

dedos apéndices que recorren tu cuerpo,

como rió que sin descanso busca el mar,

y eres agua y marea, fondo y salitre, playa y arena.



Tocas mi alma, en lo increíble de

lo imposible, en la realidad de los adverbios

que simulan los recuerdos que nos faltaron.

y los tiempos son más que agujas de minuteros.




Y así siendo parte y tu poniendo el arte,

llenamos los huecos, en los sólidos presentes que

mañana serán todos los recuerdos buenos,

amalgama de aire, tierra, piedras y fuego.






Ruben Mangiagli

En el vacío.


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Cuantas miradas en el vació debo ver aun,

para no encontrar la tuya en mi camino,

momentos que debo perder para aprender

a buscar el tiempo de mis días perdidos.



Abruptas sensaciones interrumpidas en tu

voz, donde las palabras no me guían y aun

me pierdo más, pasos en veredas oxidadas

de cal, que mis huellas dejan escapar.



Expiracion de expiaciones en cada suspiro,

que reflejan mi cansancio y mis fracasos en

los solemnes intentos de seguir siendo yo,

para parecerme a alguien que fue conocido.



Ciudades vaciás llenas de personas que no

son nadie y son todos, sonrisas que no veo

porque no las entiendo, nadie puede ser ni

será feliz si tú ya no estas, nadie jamas.



Si al menos podrías asegurarme que no me

dolerá, darme el manual con las instrucciones

para dejar de amar, un curso rápido de desamor

que me permita morir y resucitar.



Olvidos en la necesidad inmediata de recordar,

para que mi memoria no se pierda en toda la

realidad que me aplasta, un último beso que no

fue, y la deuda de un adiós, que implícito existió



en ninguna palabra, ni gesto, ni ningun escrito,

como si de pronto se podría borrar todo, y seguir

en el vació completamente lleno de tu olvido, y

del mio, ser todo, ser nada, solo desaparecidos.





Ruben Mangiagli.

Para Victoria.


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Tienes en ti las cosas que yo quiero,

siendo única eres la continuación de la mujer amo,

y en las similitudes del tiempo, llegas a mi vida


en la misma edad que ella, tu madre, un día

en un patio, en un recreo, me miró y me dijo

en silencio, recordame, seré parte de tu vida.



Hoy estas en mi presente, te abres paso con tu desenfreno,

evidentemente eres diferente, un torbellino

propio de una mujer que tiene todos los días por delante,



capaz de querer en un instante como si me hubiera

querido desde el primer día, y yo voy aprendiendo de

a poco, haciéndote parte de mi historia y mis días.



Nos debemos tiempo juntos Victoria, quiero saber de

ti todo, recuperar la idea de familia, hacer lazos de sangre,

no por genética, sino por que ambos lo elegimos, como se



elige un amigo, pero en la sabiduría de que aun debemos

escribir las notas, como en una sinfonía, donde los sonidos

unen en belleza los momentos, y nace la armonía.



Heredaste de tu madre todo, y tendrás cosas de tu padre,

yo solo quiero agregarte cosas de mi, transmitírtelas, como

si fuera un nuevo legado, nombrarte mi hija mas chica, un



regalo que me da la vida, y que juntos con mis hijos, y

la mujer que ambos queremos, tu madre, un día cualquiera,

atados todos como nudos, seamos una familia.





Ruben Mangiagli

El tunel de mi olvido.


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Donde esta la salida si el túnel no tiene fin,

por donde las rectas se cruzan no hay lineas infinitas,

un punto marca el no retorno y ya se instalan todos los olvidos.



De que me vale hacer cumbre , dejar mi bandera

si después debo bajar la cuesta y mi espalda carga la

gloria de haberte sentido miá con la mochila de recuerdos vacia.



Oscuridad que solo brilla en mi, ceguera de realidades

donde la incertidumbre es la única certeza válida en las esperas

que tiñen mi piel de colores que solo yo vi, y que jamas existieron .



Las flores del empedrado de los tiempos han muerto,

ni mis raíces ya te reconocen, mis brazos están secos y mis

manos son retoños de miles de poemas que nunca se escribieron.



Los himnos enmudecieron en mi olvido, en la negación

de los sentidos perdí el habla y el tacto, el arte es solo vació,

y los submundos de fantasmas me muestran los nuevos caminos.



No te extraño, ni te quiero, es que me jode la estafa del

sentimiento ofrecido, que mi alma creo para ti, en el afán de

que entiendas que me perdiste, pero también me dejaste partido,



con la extraña sabiduría que me dan los años, en mi

presente de hoy te digo, podrán amarte otros hombres,

pero jamas, y esto te lo firmo, te querrán como yo te he querido.


Ruben Mangiagli.


Tu beso.


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El día que probé tus besos se paró el tiempo,
sucedió con el primero, la mañana cambió
mi universo, y fuiste sol , luna y lucero.


Había esperado tanto ese encuentro, en los
espacios perdidos en los mares de tantos y
tantos desencuentros.


Aprendí la memoria de tu sabor, que yo ya
conocía sin saberlo, como el niño que reconoce
el pecho de su madre en un momento.


Tus labios...esos mismos que me contaban
tus versos, los mismos que me decían te quiero,
terminaron mis desvelos.


Desde tu boca mi cuerpo respondió a tu beso
y mi anatomía de hombre creció en el orgullo
eras miá y dueña de mis deseos.


Detuve mi reloj biológico en ese beso, ya no
corre mas el tiempo para mi, quede suspendido
esperando tu ansiado regreso.


Ruben Mangiagli.






Diferente.


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Me quedé en tus labios, y detuve el tiempo
por esos tiempos, llegue a ellos como peregrino cansado,
y ya no pude seguir, para bien o mal me quede varado ahí.

Recorrí tu cuerpo en la desesperación de
aprenderte, de confirmar los sueños de norte a sur, y al
final cuando llegué a tus estrellas, empecé de nuevo, como

Galileo queriendo entender porque si eras
mi tierra yo quería ser tu sol para envolverte, para girar
sobre vos y ser tu ocaso y amanecer en todos tus deseos.

Y navegué tus olas en un punto cercano a tu
gravedad, para entender tu historia, las mareas y
las tormentas, para naufragar en ti al infinito ida y vuelta.

Haría todo de nuevo, en otro orden, donde el
comienzo seria el final y así poder estar en todos tus
presentes, para escribir las nuevas letras de un amor diferente.


Ruben Mangiagli

A mi amiga.


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A veces la vida te da la ocasión de

conocer las esencias de una persona

como las que están en ti, amiga.


...
Eres la compañera ideal, esa mujer

que todo hombre quiere tener, y a

mi me toco al menos tu amistad.



Y no es poco, porque eres excepcional,

integra desde los pies, sensible y real,

muy mujer dirían en mi tierra, y eso



es lo que define tu femineidad, a ti

te he confiado todo, y en ti mas de

una vez descanse mis deseos, y sabes



que nuestra amistad valoro de verdad,

pero el hombre que te tenga amiga, a

él sin dudas la fortuna le sonreirá,



asi hoy ademas de estas letras por ti

Maria mi copa levanto, quiero brindar

por mi amiga, una mujer de verdad.





Ruben Mangiagli



( Escrito para Maria Encarnación)
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Viaje concluido.


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No tengo todas las respuestas, ni siquiera sé las preguntas

solo poseo dos brazos y dos manos cansadas de escribir,

no conozco el cielo desde dentro ni sé nada de universos,

tengo tan pocas cosas que puedo contarlas con los dedos,



y sin embargo desde lo profundo de mi corazón te amo,

como la noche quiere al alba que termina su agonía, o el

mar descansa su viaje de olas infinitas en la arena mojada,

sin promesas de eternos momentos, sin pasados de velos,



Hay tantos sin sentidos en la vida, que no necesito tener

motivos, ni comparar sentimientos de otros tiempos, en

tus ojos habitan mis verdades, en tus manos mi credo y

en el fondo tu alma por fin apagó el dolor de mi infierno.



Sabes bien que peleo contra mis peores cosas, e intento

en cada acto, en cada paso de nuestro camino, hacer para

ti todo mas sencillo, para que tu cansancio tenga respiro,

y que duermas a mi lado, por fin hemos llegado a destino.


Ruben Mangiagli