te doy mis sueños y otro beso.
Ofréceme tu aliento, tu aire,
y mi voz no olvidará tu nombre.
Toma mis manos, mis dedos
y tendras mi palabra y mis versos.
Entrégame tu deseo, tu sexo,
y te daré orgasmos de ensueños.
Regalame un minuto de tus días,
y yo te dejo para ti toda mi vida.
Y si esto es poco, lo hacemos de
otra manera y que sea viceversa,
comenzamos de nuevo la tarea
pero invertimos las ofertas.
Te doy un beso y un te quiero
dame tus sueños y otro beso...
Ruben Mangiagli.