Digamos que cuando te digo te quiero
tu falda se acorta más o menos un dedo.
Así que voy sumando, y ella subiendo,
te lo digo seguido mientras te beso.
Ya casi lo he logrado, sin prisas, lo dije
una y otra vez, tantas que no recuerdo.
Tarea consumada, ya no está, con esmero
y mucho esfuerzo ahora veo tu cuerpo.
Que debo decirte para que se esfumen
el sostén y las bragas? Dime que debo...
Haz hecho tu parte, me dijiste la palabra
al oído, la hago miá, y me la aprendo.
Ahora que no llevas nada, se que ya no
valen las palabras, solo cuenta el deseo.
Y soy todo mástil y tu bandera, que lleva
el color de tus ojos, y sangre de mi vena.
Ruben Mangiagli
Tu falda.
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Eres un gran prosista amigo Mangiagli..