Las flores de mi balcón sobreviven al tiempo,
pintan mi horizonte de forma mas suave, con
olores de vida en cada rincón.
Algunas mueren, como muere también el
dolor, otras renacen constantes como si el
amor fuera su alimento y motor.
No saben de mis cosas, de mis anhelos ni
si te extraño, si te nombro en las noches
de estrellas sin ocaso.
Son mi intermedio entre mi aquí y mi más
allá, adoran la lluvia de verano y florecen
en inviernos esperanzados.
Son pocas las flores de mi balcón, como
lo son los sueños que aun tengo despierto,
para conservar mi razón.
Alguna quizá lleve tu nombre, o quizá no
igual tú también eres mi horizonte, y ya
sabes soy el tallo que muere en tu flor.
Ruben Mangiagli.
Flores reales de mi balcón.