Tengo los pies cansados de andar
de ir a todos lados
sin llegar.
Mis dedos gotean esta soledad y
se hace carne que ninguna
quiere cargar,
Mi besos se perdieron en la más
olvidada oscuridad escondidos
en un desván
Y mi sonrisa se arruga en cada
día que se escapa y
se me va.
Te añoro para respirar, aunque
no lo puedas ver lo
puedes palpar
en mi alma de cartón piedra que
se desarma en
mi pesar,
necesito que
que seas mi final, la mujer que
me acompañe en mi temida
eternidad.
Ruben Mangiagli
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Eternidad.
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