Amerita que te cuente la forma
de este amor, y con mis manos
narrarte que cada beso es diferente
como cada suspiro,
como la última espiración.
Que la pasión toma los cuerpos
y se hace carne en cada acción de
los dos, sangre en mi erección
y jadeos en tu boca cuando
invado de a poco tu interior.
Debes saber que cada juego es
pagano y nos aleja de Dios que al
final como ángeles caídos
nos adueñamos de nuestro
infierno y el dolor.
Que el sexo se enlaza con el amor
en un circulo impenetrable
con puertas de entradas
y sin salida que nos atrapa
sin perdón.
Decirte que esto nos pasa es
algo inedito, un deseo de posesión
y entrega, un acto de dominio
y sumisión, la libertad
de la esclavitud,
que libera las almas y nos aleja del
rencor, una alianza, un
sublime acto que nace, crece y
muere cada noche entre
sabanas y sudor.
Ruben Mangiagli
de este amor, y con mis manos
narrarte que cada beso es diferente
como cada suspiro,
como la última espiración.
Que la pasión toma los cuerpos
y se hace carne en cada acción de
los dos, sangre en mi erección
y jadeos en tu boca cuando
invado de a poco tu interior.
Debes saber que cada juego es
pagano y nos aleja de Dios que al
final como ángeles caídos
nos adueñamos de nuestro
infierno y el dolor.
Que el sexo se enlaza con el amor
en un circulo impenetrable
con puertas de entradas
y sin salida que nos atrapa
sin perdón.
Decirte que esto nos pasa es
algo inedito, un deseo de posesión
y entrega, un acto de dominio
y sumisión, la libertad
de la esclavitud,
que libera las almas y nos aleja del
rencor, una alianza, un
sublime acto que nace, crece y
muere cada noche entre
sabanas y sudor.
Ruben Mangiagli