Sórdido.


.


Me duele no tenerte,
aunque no se vea, aunque nadie se dé cuenta,
duele.

Mi boca está amarga,
negro mi café y mi cigarro consume tiempo
gastado

una y otra vez, como
si las agujas fueran al revés y el ayer sea un
mañana

en un calendario
que se repite en la misma estación que te
vas.

No voy a negarlo,
duele aunque lo pueda disimular o a otras
besar,

si mis manos saben
mentir, mi cuerpo las seguirá y en la mitad
partida

de una noche sin
mote volveré a inventar que puedo amar,
simular

la felicidad , cerrar mis
ojos para no verte en la piel de una mujer
que

me muestre que el
amor puede ser sórdido, gris, sexo frio nada
más.

Y si se me escapa tu
nombre no me voy a amargar, me bebo una
copa

y otra más, así en
honor de nuestro bendito amor la vuelvo a
follar

susurrándole lo mismo que te
decía a ti, que la quiero como nunca quise
jamas.


Ruben Mangiagli.

© 2013




Your Reply