Bajé por el cuerpo que albergaba
mis recuerdos,
uno a uno colgaban por mis huesos
y quedaban tantos huecos
que el silencio hacia ecos,
tan profundo fue mi sueño que no
quería despertar
sabiendo que si abría los ojos ya
no ibas a estar.
Te sentí deambular por mi sangre
y eras aire que no podía
respirar y me ahogaba
en lagrimas que jamas me atreví
a llorar.
Sentí la anestesia del dolor que no
se puede soportar, a tal
punto que no podía
ni sonreír por piedad.
Y bajé aun más, buscando un lugar
en donde no me puedas habitar,
de tan simple la respuesta
no la pude asimilar
tan evidente era mi corazón, que
al no tenerlo mis manos
no lo pudieron palpar,
solo vació
que no se podía completar y en
lo inconcluso de mi cuerpo
me di cuenta que ya
no volverás
y que me daba lo mismo dormir
hasta jamas despertar porque
en sueños aun al menos
te podía tocar.
Ruben Mangiagli.
No Comments
Sueño.
.