Ella es la creadora de mis demonios,
las de mi placentero dolor,
la hacedora del bien
sobre los que otros creen
es un error.
Habita mis rincones oscuros
y brilla en su bondad.
No conoce la negación, no pide por
su perdón,
altiva se impone a la razón y hace
con sus manos
los milagros que Dios
jamas se atrevió.
No necesita carta de presentación,
solo sabe pedir con su voz
lo que necesita para
alimentar su perversión
y la mía.
Es mi madre, es mi hija, mi amante,
la que reina en mi cuerpo,
la que incinera mi
pasión
es ahora, es hoy, presente perpetuo,
porque del tiempo
se adueñó
y entre juegos de húmedos fuegos
me hace sentir que mi pasado
jamás existió.
Amen.
Ruben Mangiagli
© 2013
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Creación.
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