No
necesito me mires para verte,
cada
linea de tu rostro
se
fijó en los surcos del tiempo de mi cara y ya
no
es tan malo
reflejarme
en el espejo si se inunda de
cada
uno
de tus recuerdos,
te
echo de menos,
es
cierto,
pero
como tu imagen está en todas partes sonrío
a
veces sin quererlo.
Ruben
Mangiagli
©2014