Te
amo sin saber las formas,
el
cómo, donde, cuando,
los
adverbios partieron y ya no volvieron,
Te
quiero sin orgullos, como
hombre
entero, sin fisuras,
desde
la cercanía de mis manos
y
en los confines de mis secretos y locura.
De
la manera que ama un
poeta
que jamas escribió libro
alguno, , entre frases, letra a letra,
y
párrafos que no terminan ni empiezan.
Te
amo desde el momento te
tuve,
cada día que ya no estás,
desde la lejanía que parece nunca acabar.
Te
quiero para siempre, para
ahora,
para jamas, sin tiempo
ni
espacios ni lugar, dentro mío
donde
te quedaste y nunca te marcharas.
Ruben
Mangiagli