Despierta.


.


Dormida 
en una cama de madera
y sabanas de seda

eras el cuadro de un incendio
donde se quemaban
mis sueños,

se consumían mis deseos
entre las puntas
de mis dedos,

una espera de un nunca,
una mirada cerrara,

la generosidad de cada
rincón de la belleza,

un angulo de piernas que
se abrían a la caricia
descuidada

un beso sin labios, parte
de un amor

la paz de mis versos escritos
a tu vera.

Despierta eras el mismo fuego.

Ruben Mangiagli


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