Hay un lugar donde caen las estrellas
olvidadas,
esas no brillan y
no tienen colas de luces de guirnaldas
ni nombres
que aparezcan en los mapas,
sin lunas rodeen
esa soledad eterna pactada,
son como personas anónimas, esas
que nadie reclaman,
sin lápidas cuando mueren
y si es por tener tampoco hay flores
que recuerden que alguna vez
iluminaron el espacio luchando por
separar el dolor
diferente de las espinas y espadas.
Caen en forma de esferas y de fugaz
no tienen nada,
nadie pide un deseo al mirarlas, son
como los olvidos aprendidos
por los corazones ya no sienten nada.
Se extinguen dentro de las almas como
la mía o la tuya y
por un momento efímero
sentimos que la vida tiene
sentido, y su impacto es como la
memoria de un beso robado entre la
noche y el alba,
son relámpagos sin lluvias, una mitad
de una mitad
que siempre es mucho mejor que nada
y nos hace sentir que estar vivos no es
tan malo porque cuando nos dormimos
siempre esperamos
despertar de nuevo otra mañana.
Ruben Mangiagli.