Me reconociste en
mis ojos en los reflejos de
mis días sin
tiempo,
en la memoria que
guardada en ellos,
supiste te esperaba , y
que tú también
aun sin saberlo me buscabas.
Me reconocí en tus
letras, en cada sílaba en
cada momento de
tu historia que yo
sin
querer armaba,
intentando acercarme a ti,
desconocido de tu
vida, te inventaba palabras.
De pronto los
caminos se unieron, los pasos
nos acercaron,
nosotros
con miedos,
prudentes
seres que
intentábamos navegar en el mismo
rumbo, sin faros,
ni islas ni playas cercanas.
Las frases y se
desencuentros abundaban, y
el destino y las
estrellas
lejanas jugaban las
cartas, que ni tú
ni yo conocíamos , figuras
diferentes, números
alternos, bien marcadas.
Distintas
realidades de vida, distintos poemas
escritos desde el
alma,
a cada turno uno a
uno se
escribían, algunos
firmados por pluma, otros
eran firmados por
mí, con toda mi voz callada.
Y las conjunciones
de verbos se dieron, sin
meditarlas , mis
adjetivos
en torbellino , te
decían que me
gustabas, que sabia eras tú
quien me
completaba, la Mujer más esperada.
Tus miedos casi te
pudieron, huías con frases
cortadas,
reinventado
amores pasados,
diciendo
que te respetara,
que podrías ser mi amiga, mi
confidente, pero
no, no podías ser mi amada.
Pero todo debe
suceder, mas allá de todo lo
pensando, el deseo
del encuentro
siempre es
el que manda ya no
permitió mas desencuentros
dictó sentencia de
amor, y sobraron las palabras.
Ruben Mangiagli
me encanto!!!! belisssssiiiimooo!