No reniego de tu recuerdo,
de las noches de sueños
de los juegos inconclusos
ni de las sabanas que
cubrían nuestros cuerpos.
No injurio nuestro amor
tampoco las estrellas
que quedaron olvidadas
en el universo negro
de tantos desencuentros.
No voy a reclamarte nada
ni negociar nuevos acuerdos
tampoco pedirte otros besos
ni caricias que me permitan
hacer un mapa de tu cuerpo.
No quiero estés a mi lado
por nada que no sean
solamente tus sentimientos,
ni pedirte que veamos
el vaso, esta vez medio lleno.
No voy a decirte te quiero
porque me guardo ese derecho.
No quiero escuchar un te amo
dicho de manera simple
cubierto de polvo y velos.
Y no voy a escribirte
todos los versos nuevos
porque mi corazón ya no es tuyo
porque lo deje muerto en mi
ultimo adiós, en mi ultimo te quiero.
de las noches de sueños
de los juegos inconclusos
ni de las sabanas que
cubrían nuestros cuerpos.
No injurio nuestro amor
tampoco las estrellas
que quedaron olvidadas
en el universo negro
de tantos desencuentros.
No voy a reclamarte nada
ni negociar nuevos acuerdos
tampoco pedirte otros besos
ni caricias que me permitan
hacer un mapa de tu cuerpo.
No quiero estés a mi lado
por nada que no sean
solamente tus sentimientos,
ni pedirte que veamos
el vaso, esta vez medio lleno.
No voy a decirte te quiero
porque me guardo ese derecho.
No quiero escuchar un te amo
dicho de manera simple
cubierto de polvo y velos.
Y no voy a escribirte
todos los versos nuevos
porque mi corazón ya no es tuyo
porque lo deje muerto en mi
ultimo adiós, en mi ultimo te quiero.
Ruben Mangiagli
