Cambio mis ojos por tu miraba
permuto tu mirada por tu alma,
me abro ante ti como un cielo
después de la lluvia, con nuevos
vientos que celebran tu llegada.
Y al solo pensarte , mis deseos
reviven, y mi sangre te llama.
Te quiero en mi vida, y que no
me ofrezca nada, solo saberte
disponible, expectante, ilusionada,
con tu corazón en tus manos, y
que puedes sentirte bien amada.