Te llevo dentro de mí, en mi piel quedaron
tu sol y una mañana de domingo, cuandopor San Telmo caminaba, entendiendo mi
vida entre las calles angostas y las viejas
esquinas.
Tienes plantados mis recuerdos en casi
todos los tilos de las veredas, que llenaban
de olores mi cuerpo para trasladarme a
los momentos de mi infancia, en un viaje
de peajes sin monedas.
Tus librerías inmensas donde encontré el
amor por las letras, tú Rió de la Plata, de
aguas marrones, donde muchas veces deje
mi tristeza, para poder empezar de nuevo
todo de vuelta.
Las avenidas caóticas que te recorren como
venas, que no llevan sangre, solo historias
de cada persona que conducen en ellas entre
bocinas histéricas, taxis, y colectivos que
nunca llegan.
Esta claro que te añoro, que te extraño en
mis días por ciudades que jamas serán miás,
que no pueden guardar mi vida, mis vivencias,
porque no pertenezco a ellas, ni tampoco a
su memoria colectiva.
Y hoy con el amor en mi vida, te cuento
que ya volveré para quedarme, y todos
los presente seran con ella en mis brazos
y podré mostrarle porque Buenos Aires,
te quiero tanto.
Ruben Mangiagli