Es posible que me hayas enseñado a amar,
que yo hubiera tenido esa carencia
y algunas otras más,
también que se crece a pesar de la edad,
y que lo que un día aprendí
lo tenga que repasar.
A veces siento que las horas duran como
si en ellas habita parte de
la eternidad,
que mi cuerpo mengua mezclándose con
la soledad y mis manos no
lo saben narrar.
Mi lengua habla idiomas que no escuché
jamas, y no nos podemos
ya comunicar.
Me hago silencio, y me escondo en mi
mismo tan dentro para
no escapar,
porque si lo hago te empezaré a buscar,
y sabemos nos encontraremos
para perdernos una vez más.
Ruben Mangiagli.
© 2013
Carencia.
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Imágenes sensibles y de alto contenido, con una mirada de la realidad profunda y cotidiana, es como "darse cuenta" de algo... me encantó, como todo lo que escribe Rubén. Lita Giglio