Estoy
partido al medio por extrañarte,
una
mitad te niega,
la
otra me miente.
No
tengo norte ni sur, y el este y parte
del
oeste se confunden
y
te sienten.
No
hay arriba ni abajo, la simetría se
extravío
en las palmas
de
tus manos.
Y
me pierde este vacío inmenso, soy
de
carne y huesos pero
estoy
hueco.
A
veces ni siquiera siento mis dedos
que
se hacen poemas
sin
dueños,
sin
firma, para que no los encuentres
y
sepas que todavía
te
quiero.
Ruben
Mangiagli.
©
2014